¿Cómo pueden los cristianos reducir activamente su huella ambiental personal y comunitaria?
Como cristianos, estamos llamados a ser administradores de la creación de Dios. Esta administración implica una profunda responsabilidad de cuidar la tierra, lo que incluye abordar y mitigar el impacto de la contaminación. La contaminación, en sus muchas formas, representa una amenaza significativa