1 Juan enfatiza el amor, la comunión y la seguridad de la salvación. Aborda la naturaleza de Dios como luz y amor, instando a los creyentes a caminar en la luz viviendo rectamente y amándose unos a otros. La carta advierte contra las falsas enseñanzas y subraya la importancia de reconocer a Jesús como el Hijo de Dios. Anima a los lectores a permanecer en el amor de Dios, fomentando un profundo sentido de comunidad y confianza espiritual, recordándoles que el amor verdadero expulsa el miedo y que la fe en Cristo es la base de la vida eterna.
1. LO que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida;2. (Porque la vida fué manifestada, y vimos, y testificamos, y os anunciamos aquella vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido;)3. Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros: y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
1. HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, á Jesucristo el justo;2. Y él es la propiciación por nuestros pecados: y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.3. Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos.
1. MIRAD cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce á él.2. Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes á él, porque le veremos como él es.3. Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
1. AMADOS, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios: porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.2. En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios:3. Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios: y éste es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo.
1. TODO aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él.2. En esto conocemos que amamos á los hijos de Dios, cuando amamos á Dios, y guardamos sus mandamientos.3. Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos.