Job 4

Primer Discurso de Elifaz: Los Inocentes No Sufren

2 min de lectura

1

Y RESPONDIÓ Eliphaz el Temanita, y dijo:

2

Si probáremos á hablarte, serte ha molesto; mas ¿quién podrá detener las palabras?

3

He aquí, tú enseñabas á muchos, y las manos flacas corroborabas;

4

Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían.

5

Mas ahora que el mal sobre ti ha venido, te es duro; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

6

¿Es este tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la perfección de tus caminos?

7

Recapacita ahora, ¿quién que fuera inocente se perdiera? y ¿en dónde los rectos fueron cortados?

8

Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan.

9

Perecen por el aliento de Dios, y por el espíritu de su furor son consumidos.

10

El bramido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son quebrantados.

11

El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos.

12

El negocio también me era á mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello.

13

En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres,

14

Sobrevínome un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos:

15

Y un espíritu pasó por delante de mí, que hizo se erizara el pelo de mi carne.

16

Paróse un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía:

17

¿Si será el hombre más justo que Dios? ¿si será el varón más limpio que el que lo hizo?

18

He aquí que en sus siervos no confía, y notó necedad en sus ángeles;

19

¡Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados de la polilla!

20

De la mañana á la tarde son quebrantados, y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.

21

¿Su hermosura, no se pierde con ellos mismos? Mueren, y sin sabiduría.