Lamentaciones es una reflexión poética sobre la destrucción de Jerusalén y el sufrimiento de su pueblo. A través de imágenes vívidas y una profundidad emocional, expresa un profundo dolor, lamento y un sentido de pérdida. El libro explora temas de justicia divina, sufrimiento humano y la esperanza en la misericordia y restauración de Dios. Anima a los lectores a buscar consuelo en la fe incluso en medio de la desesperación y a confiar en la posibilidad de renovación y redención a través de la compasión inquebrantable de Dios.
1. ¡CÓMO está sentada sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, la señora de provincias es hecha tributaria.2. Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas en sus mejillas; no tiene quien la consuele de todos sus amadores: todos sus amigos le faltaron, volviéronsele enemigos.3. Fuése Judá, á causa de la aflicción, y de la grandeza de servidumbre; ella moró entre las gentes, y no halló descanso: todos sus perseguidores la alcanzaron entre estrechuras.
1. ¡CÓMO oscureció el Señor en su furor á la hija de Sión! Derribó del cielo á la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su ira.2. Destruyó el Señor, y no perdonó; destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob: echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, deslustró el reino y sus príncipes.3. Cortó con el furor de su ira todo el cuerno de Israel; hizo volver atrás su diestra delante del enemigo; y encendióse en Jacob como llama de fuego que ha devorado en contorno.
1. YO soy el hombre que ha visto aflicción en la vara de su enojo.2. Guióme y llevóme en tinieblas, mas no en luz.3. Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.
1. ¡CÓMO se ha oscurecido el oro! ¡Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.2. Los hijos de Sión, preciados y estimados más que el oro puro, ¡cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos de alfarero!3. Aun los monstruos marinos sacan la teta, dan de mamar á sus chiquitos: la hija de mi pueblo es cruel, como los avestruces en el desierto.
1. ACUÉRDATE, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido: ve y mira nuestro oprobio.2. Nuestra heredad se ha vuelto á extraños, nuestras casas á forasteros.3. Huérfanos somos sin padre, nuestras madres como viudas.