Salmos 106

La Rebelión de Israel y la Misericordia Fiel de Dios a lo Largo de la Historia

3 min de lectura

1

ALELUYA. Alabad á Jehová, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

2

¿Quién expresará las valentías de Jehová? ¿quién contará sus alabanzas?

3

Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo.

4

Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo: visítame con tu salud;

5

Para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu gente, y me gloríe con tu heredad.

6

Pecamos con nuestros padres, hicimos iniquidad, hicimos impiedad.

7

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; sino que se rebelaron junto á la mar, en el mar Bermejo.

8

Salvólos empero por amor de su nombre, para hacer notoria su fortaleza.

9

Y reprendió al mar Bermejo, y secólo; é hízoles ir por el abismo, como por un desierto.

10

Y salvólos de mano del enemigo, y rescatólos de mano del adversario.

11

Y cubrieron las aguas á sus enemigos: no quedó uno de ellos.

12

Entonces creyeron á sus palabras, y cantaron su alabanza.

13

Apresuráronse, olvidáronse de sus obras; no esperaron en su consejo.

14

Y desearon con ansia en el desierto; y tentaron á Dios en la soledad.

15

Y él les dió lo que pidieron; mas envió flaqueza en sus almas.

16

Tomaron después celo contra Moisés en el campo, y contra Aarón el santo de Jehová.

17

Abrióse la tierra, y tragó á Dathán, y cubrió la compañía de Abiram.

18

Y encendióse el fuego en su junta; la llama quemó los impíos.

19

Hicieron becerro en Horeb, y encorváronse á un vaciadizo.

20

Así trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba.

21

Olvidaron al Dios de su salud, que había hecho grandezas en Egipto;

22

Maravillas en la tierra de Châm, cosas formidables sobre el mar Bermejo.

23

Y trató de destruirlos, á no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, á fin de apartar su ira, para que no los destruyese.

24

Empero aborrecieron la tierra deseable: no creyeron á su palabra;

25

Antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz de Jehová.

26

Por lo que alzó su mano á ellos, en orden á postrarlos en el desierto,

27

Y humillar su simiente entre las gentes, y esparcirlos por las tierras.

28

Allegáronse asimismo á Baal-peor, y comieron los sacrificios de los muertos.

29

Y ensañaron á Dios con sus obras, y desarrollóse la mortandad en ellos.

30

Entonces se levantó Phinees, é hizo juicio; y se detuvo la plaga.

31

Y fuéle contado á justicia de generación en generación para siempre.

32

También le irritaron en las aguas de Meriba: é hizo mal á Moisés por causa de ellos;

33

Porque hicieron se rebelase su espíritu, como lo expresó con sus labios.

34

No destruyeron los pueblos que Jehová les dijo;

35

Antes se mezclaron con las gentes, y aprendieron sus obras,

36

Y sirvieron á sus ídolos; los cuales les fueron por ruina.

37

Y sacrificaron sus hijos y sus hijas á los demonios;

38

Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron á los ídolos de Canaán: y la tierra fué contaminada con sangre.

39

Contamináronse así con sus obras, y fornicaron con sus hechos.

40

Encendióse por tanto el furor de Jehová sobre su pueblo, y abominó su heredad:

41

Y entrególos en poder de las gentes, y enseñoreáronse de ellos los que los aborrecían.

42

Y sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano.

43

Muchas veces los libró; mas ellos se rebelaron á su consejo, y fueron humillados por su maldad.

44

El con todo, miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor:

45

Y acordábase de su pacto con ellos, y arrepentíase conforme á la muchedumbre de sus miseraciones.

46

Hizo asimismo tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.

47

Sálvanos, Jehová Dios nuestro, y júntanos de entre las gentes, para que loemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas.

48

Bendito Jehová Dios de Israel, desde el siglo y hasta el siglo: y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya.