Salmos 25

Una Oración por Guía, Perdón y Liberación

2 min de lectura

1

Salmo de David. A TI, oh Jehová, levantaré mi alma.

2

Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.

3

Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

4

Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.

5

Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud: en ti he esperado todo el día.

6

Acuérdate, oh Jehová, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.

7

De los pecados de mi mocedad, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme á tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová.

8

Bueno y recto es Jehová: por tanto él enseñará á los pecadores el camino.

9

Encaminará á los humildes por el juicio, y enseñará á los mansos su carrera.

10

Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.

11

Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado; porque es grande.

12

¿Quién es el hombre que teme á Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger.

13

Su alma reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.

14

El secreto de Jehová es para los que le temen; y á ellos hará conocer su alianza.

15

Mis ojos están siempre hacia Jehová; porque él sacará mis pies de la red.

16

Mírame, y ten misericordia de mí; porque estoy solo y afligido.

17

Las angustias de mi corazón se han aumentado: sácame de mis congojas.

18

Mira mi aflicción y mi trabajo: y perdona todos mis pecados.

19

Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen.

20

Guarda mi alma, y líbrame: no sea yo avergonzado, porque en ti confié.

21

Integridad y rectitud me guarden; porque en ti he esperado.

22

Redime, oh Dios, á Israel de todas sus angustias.