Boaz es una figura significativa en la Biblia, particularmente en el Libro de Rut del Antiguo Testamento. Su historia es una de bondad, lealtad y providencia divina, y ofrece profundas ideas sobre el plan redentor de Dios y las virtudes del carácter piadoso. Para entender el papel y la importancia de Boaz, es esencial profundizar en los contextos históricos, culturales y teológicos de su historia.
Boaz aparece por primera vez en el Libro de Rut, que se desarrolla durante la época de los jueces, un período marcado por el caos social y moral en Israel (Jueces 21:25). A pesar del tumultuoso telón de fondo, la narrativa de Rut y Boaz brilla como un faro de fidelidad e integridad. Boaz es presentado en Rut 2:1 como "un hombre de posición" del clan de Elimelec, el esposo fallecido de Noemí. Esta descripción indica que Boaz era un hombre de riqueza, influencia y carácter recto.
La historia comienza con Noemí y su nuera Rut regresando a Belén desde Moab después de la muerte de sus esposos. Rut, una moabita, promete su lealtad a Noemí y al Dios de Noemí, Yahvé, en una de las declaraciones de fe más conmovedoras de la Biblia: "A donde tú vayas, iré yo, y donde tú vivas, viviré yo. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios" (Rut 1:16, NVI). Este compromiso prepara el escenario para el encuentro de Rut con Boaz.
Rut va a espigar en los campos para proveer para ella y Noemí, y es en el campo de Boaz donde se encuentra. Espigar era una provisión en la Ley Mosaica que permitía a los pobres y a los extranjeros recoger los granos sobrantes durante la cosecha (Levítico 19:9-10). La respuesta de Boaz a la presencia de Rut es notable. Va más allá de la letra de la ley y muestra una bondad y generosidad extraordinarias. Asegura la seguridad de Rut, instruye a sus trabajadores para que dejen grano extra para ella y le proporciona comida y agua (Rut 2:8-16).
Las acciones de Boaz están arraigadas en su reconocimiento de la lealtad de Rut a Noemí y su fe en Dios. Él alaba a Rut, diciendo: "Que el Señor te recompense por lo que has hecho. Que seas ricamente recompensada por el Señor, el Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte" (Rut 2:12, NVI). Esta bendición refleja la profunda fe de Boaz y su reconocimiento de la providencia de Dios.
A medida que avanza la historia, Noemí elabora un plan para que Rut busque a Boaz como pariente redentor. El concepto del pariente redentor, o "goel" en hebreo, es otra provisión en la Ley Mosaica. Requería que un pariente cercano redimiera a un miembro de la familia en apuros, ya sea comprando de nuevo la tierra que se había vendido o casándose con una viuda para preservar la línea familiar (Levítico 25:25; Deuteronomio 25:5-10). Noemí instruye a Rut para que vaya a Boaz en la era y solicite su protección y redención (Rut 3:1-4).
El enfoque de Rut hacia Boaz es tanto audaz como humilde. Ella descubre sus pies y se acuesta, un gesto de sumisión y una solicitud de protección. Cuando Boaz se despierta y encuentra a Rut a sus pies, ella le pide que extienda su manto sobre ella, simbolizando su papel como su redentor (Rut 3:9). Boaz responde con admiración por la virtud de Rut y le asegura su intención de cumplir el papel de pariente redentor, siempre que un pariente más cercano decline la responsabilidad.
La integridad y el compromiso de Boaz con hacer lo correcto son evidentes en su manejo de la situación. Se acerca al pariente redentor más cercano en un entorno público, en la puerta de la ciudad, para asegurar la transparencia y la equidad. Cuando el pariente más cercano renuncia a su derecho, Boaz redime formalmente la tierra y se casa con Rut, preservando así la línea familiar de Elimelec (Rut 4:1-10).
El matrimonio de Boaz y Rut es bendecido por la comunidad, y se convierten en los bisabuelos del rey David, estableciendo su lugar en la genealogía de Jesucristo (Rut 4:13-22; Mateo 1:5-6). Este vínculo genealógico subraya la importancia teológica de su historia. El papel de Boaz como redentor prefigura la redención última a través de Jesucristo, quien a menudo es referido como nuestro Pariente Redentor.
El carácter de Boaz es ejemplar en muchos sentidos. Su bondad, generosidad y fidelidad reflejan el corazón de Dios. Él encarna las virtudes de un hombre piadoso que actúa con integridad y compasión, incluso cuando requiere sacrificio personal. La disposición de Boaz para casarse con Rut, una viuda moabita, también demuestra su apertura y aceptación, rompiendo barreras étnicas y sociales.
La historia de Boaz y Rut es una narrativa poderosa de la providencia de Dios y el desarrollo de Su plan redentor. A través de actos ordinarios de bondad y fidelidad, Dios teje una historia que lleva al nacimiento del Mesías. La vida de Boaz nos enseña que Dios a menudo trabaja a través de lo ordinario y lo pasado por alto para lograr Sus propósitos extraordinarios.
En conclusión, Boaz es una figura fundamental en la Biblia cuya vida y acciones ofrecen profundas lecciones sobre el carácter piadoso y la providencia divina. Su historia es un testimonio del poder de la fe, la bondad y la integridad en el cumplimiento de los propósitos redentores de Dios. A través de Boaz, vemos un atisbo del Redentor último, Jesucristo, quien trae esperanza y restauración a todos los que buscan refugio bajo Sus alas.