La autoría del Libro de Deuteronomio es un tema que ha intrigado a eruditos, teólogos y creyentes durante siglos. Tradicionalmente, la autoría de Deuteronomio, junto con los otros cuatro libros del Pentateuco—Génesis, Éxodo, Levítico y Números—se ha atribuido a Moisés. Esta creencia está arraigada tanto en las tradiciones judías como cristianas y está respaldada por varios pasajes dentro del propio Pentateuco. Sin embargo, la erudición bíblica moderna ha introducido perspectivas más matizadas sobre este tema.
La visión tradicional sostiene que Moisés escribió Deuteronomio, junto con los otros libros del Pentateuco. Esta perspectiva está respaldada por varios pasajes dentro del propio texto. Por ejemplo, Deuteronomio 31:9 dice: "Y Moisés escribió esta ley y la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto del Señor, y a todos los ancianos de Israel." Además, Deuteronomio 31:24-26 añade: "Y cuando Moisés acabó de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirlas, dio órdenes a los levitas que llevaban el arca del pacto del Señor, diciendo: 'Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca del pacto del Señor vuestro Dios, y allí estará como testigo contra vosotros.'"
Estos pasajes sugieren que Moisés estuvo activamente involucrado en escribir las leyes y mandamientos que Dios había dado a los israelitas. La visión tradicional también está respaldada por otros libros de la Biblia. Por ejemplo, Josué 8:31 se refiere al "libro de la ley de Moisés," y 2 Reyes 14:6 menciona "el Libro de la Ley de Moisés."
A pesar de estas afirmaciones tradicionales, la erudición bíblica moderna ha planteado varios desafíos a la idea de que Moisés escribió Deuteronomio en su totalidad. Uno de los principales argumentos en contra de la autoría mosaica es el relato de la muerte de Moisés en Deuteronomio 34. El capítulo detalla la muerte y el entierro de Moisés, eventos que Moisés no podría haber registrado él mismo. Esto ha llevado a algunos eruditos a proponer que esta sección fue añadida por un editor o escriba posterior.
Otro argumento en contra de la autoría mosaica es la presencia de anacronismos y diferencias estilísticas dentro del texto. Por ejemplo, algunos eruditos señalan el uso de ciertas frases y términos que eran más comunes en períodos posteriores de la historia israelita. Además, el libro contiene reflexiones sobre eventos que ocurrieron después del tiempo de Moisés, lo que sugiere que pudo haber sido escrito o editado por alguien que vivía en un período posterior.
Una de las teorías modernas más influyentes sobre la autoría de Deuteronomio es la Hipótesis Documentaria. Esta teoría, desarrollada en el siglo XIX por eruditos como Julius Wellhausen, propone que el Pentateuco es una obra compuesta por cuatro fuentes principales: la yahvista (J), la elohista (E), la deuteronomista (D) y la sacerdotal (P). Según esta hipótesis, Deuteronomio es principalmente obra de la fuente deuteronomista, que fue escrita durante el reinado del rey Josías en el siglo VII a.C.
La Hipótesis Documentaria sugiere que la fuente deuteronomista fue responsable de dar forma a las perspectivas teológicas y legales que se encuentran en Deuteronomio. Esta fuente enfatiza temas como la fidelidad al pacto, la centralización del culto y la justicia social, que se alinean con las reformas religiosas promulgadas por el rey Josías, como se describe en 2 Reyes 22-23. Según esta visión, los escritores deuteronomistas se basaron en tradiciones y leyes más antiguas atribuidas a Moisés, pero las compilaron y editaron para abordar las necesidades y preocupaciones específicas de su propio tiempo.
Aunque la Hipótesis Documentaria ha ganado una tracción significativa en los círculos académicos, es importante reconocer que no está exenta de críticos. Algunos eruditos argumentan que la hipótesis se basa demasiado en reconstrucciones especulativas y no tiene en cuenta la coherencia y unidad del Pentateuco. Otros sostienen que la visión tradicional de la autoría mosaica no debe ser descartada por completo, ya que está profundamente arraigada en las tradiciones religiosas del judaísmo y el cristianismo.
Desde una perspectiva cristiana no denominacional, es posible mantener una visión equilibrada que reconozca tanto las afirmaciones tradicionales de la autoría mosaica como las ideas de la erudición moderna. Una forma de hacer esto es ver a Moisés como la figura fundamental detrás del Pentateuco, incluido Deuteronomio, al tiempo que se reconoce que el texto pudo haber sido sometido a ediciones y compilaciones posteriores por escribas y editores posteriores. Esta visión nos permite afirmar la importancia histórica y teológica de Moisés, al tiempo que apreciamos el complejo proceso por el cual llegó a ser el texto bíblico.
Independientemente de los detalles específicos de su autoría, el Libro de Deuteronomio tiene un profundo significado teológico tanto para el judaísmo como para el cristianismo. Sirve como un documento de pacto, que describe los términos de la relación entre Dios y el pueblo de Israel. El libro enfatiza la importancia de la obediencia a los mandamientos de Dios, la centralización del culto y el trato ético hacia los demás.
Uno de los temas clave en Deuteronomio es el concepto de renovación del pacto. A lo largo del libro, Moisés llama a los israelitas a recordar su pacto con Dios y a renovar su compromiso de seguir Sus leyes. Este tema se resume en Deuteronomio 6:4-5, conocido como el Shemá: "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor es uno. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas." Este pasaje destaca la centralidad del amor y la devoción a Dios como la base de la relación de pacto.
Deuteronomio también enfatiza la importancia de la justicia social y el cuidado de los marginados. Por ejemplo, Deuteronomio 10:18-19 dice: "Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y ama al extranjero que reside entre vosotros, dándoles alimento y ropa. Y vosotros debéis amar a los extranjeros, porque vosotros mismos fuisteis extranjeros en Egipto." Este llamado a la justicia y la compasión refleja el tema bíblico más amplio de la preocupación de Dios por los vulnerables y oprimidos.
En resumen, la cuestión de quién escribió el Libro de Deuteronomio es compleja y multifacética. Mientras que las visiones tradicionales atribuyen la autoría a Moisés, la erudición moderna ofrece perspectivas alternativas que destacan el papel de editores y compiladores posteriores. Desde una perspectiva cristiana no denominacional, es posible mantener una visión equilibrada que reconozca tanto el papel fundamental de Moisés como las contribuciones de escribas posteriores. Independientemente de su autoría específica, Deuteronomio sigue siendo un texto profundamente importante que llama a los creyentes a la fidelidad al pacto, la vida ética y la devoción a Dios.