La esposa de José, según el relato bíblico que se encuentra en el libro de Génesis, era Asenat. La historia de José y su esposa es una parte fascinante e integral de la narrativa más amplia de la vida de José y su papel en la historia de Israel. Para comprender completamente quién era Asenat y su importancia, es esencial profundizar en el contexto y los detalles proporcionados en las Escrituras.
La historia de José comienza en Génesis 37, donde se le presenta como el hijo favorito de Jacob (también conocido como Israel). Es vendido como esclavo por sus hermanos celosos y termina en Egipto. A pesar de las dificultades que enfrenta, incluyendo ser falsamente acusado y encarcelado, José asciende a la prominencia debido a su habilidad dada por Dios para interpretar sueños. Esta habilidad lo lleva a la atención del faraón, el gobernante de Egipto, quien tiene sueños inquietantes que ninguno de sus consejeros puede interpretar.
En Génesis 41, José es convocado para interpretar los sueños del faraón, lo cual hace con perspicacia divina, prediciendo siete años de abundancia seguidos de siete años de hambruna severa. Impresionado por la sabiduría y el discernimiento de José, el faraón lo eleva a una posición de gran poder, solo por debajo del faraón mismo. Es en este punto que José recibe a Asenat como su esposa:
"El faraón le dio a José el nombre de Zafnat-Panea y le dio por esposa a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Y José recorrió toda la tierra de Egipto." (Génesis 41:45, NVI)
El nombre de Asenat y su origen son significativos. Se la describe como la hija de Potifera, el sacerdote de On. On, también conocido como Heliópolis, era una ciudad importante en el antiguo Egipto conocida por su adoración al dios sol Ra. Potifera, por lo tanto, era una figura religiosa de alto rango en la sociedad egipcia. El matrimonio de Asenat con José simboliza una unión entre las culturas hebrea y egipcia, destacando la integración de José en la sociedad egipcia mientras mantiene su fe en el Dios de Israel.
El matrimonio con Asenat es notable por varias razones. Primero, representa la aceptación y el alto estatus de José en la sociedad egipcia. A pesar de ser un extranjero y un ex esclavo, la sabiduría y el favor divino de José lo elevan a una posición donde se le da una esposa de una familia egipcia prominente. Esta unión probablemente facilitó la aceptación y efectividad de José en su nuevo rol como administrador de los recursos de Egipto durante los años de abundancia y hambruna.
En segundo lugar, el matrimonio con Asenat y el nacimiento de sus dos hijos, Manasés y Efraín, tienen implicaciones significativas para el futuro de las tribus israelitas. En Génesis 41:50-52, leemos:
"Antes de que llegaran los años de hambre, Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On, le dio a José dos hijos. José llamó al primogénito Manasés, diciendo: 'Es porque Dios me ha hecho olvidar todo mi sufrimiento y toda la casa de mi padre.' Al segundo hijo lo llamó Efraín, diciendo: 'Es porque Dios me ha hecho fructífero en la tierra de mi aflicción.'"
Manasés y Efraín se convertirían más tarde en dos de las tribus de Israel, con Efraín en particular desempeñando un papel prominente en la historia del reino del norte de Israel. Jacob, antes de su muerte, bendice a los dos hijos de José y los adopta como propios, dándoles una herencia entre las tribus de Israel (Génesis 48).
La historia de José y Asenat también tiene un significado simbólico y teológico. El viaje de José desde el sufrimiento hasta la exaltación, y su matrimonio con Asenat, puede verse como un presagio del tema bíblico más amplio de la redención y la reconciliación. José, que sufrió injustamente, se convierte en un salvador no solo para Egipto sino también para su propia familia, que viene a Egipto en busca de alimento durante la hambruna. Esta narrativa prefigura la redención final que viene a través de Jesucristo, quien también sufrió injustamente y trajo salvación al mundo.
Además, el matrimonio de José con Asenat destaca la inclusividad del plan de Dios. Mientras que los israelitas fueron elegidos como el pueblo de Dios, la inclusión de Asenat, una egipcia, en la línea de Israel demuestra que los propósitos de Dios trascienden las fronteras étnicas y culturales. Esto presagia la revelación del Nuevo Testamento de que el evangelio es para todas las personas, tanto judíos como gentiles.
La literatura y la tradición cristiana también han reflexionado sobre el carácter de Asenat. Aunque la Biblia no proporciona detalles extensos sobre su personalidad o acciones, algunas fuentes extrabíblicas, como la antigua obra judía "José y Asenat", ofrecen expansiones imaginativas sobre su historia. Aunque no se consideran canónicas, estos escritos proporcionan una visión de cómo las primeras comunidades judías y cristianas pueden haber visto su papel e importancia.
En resumen, Asenat, la esposa de José, es una figura de considerable importancia en la narrativa bíblica. Su matrimonio con José significa su aceptación y alto estatus en la sociedad egipcia y simboliza la integración de diferentes culturas dentro del plan redentor de Dios. El nacimiento de sus hijos, Manasés y Efraín, tiene implicaciones duraderas para la historia de Israel. La historia de José y Asenat, con sus temas de sufrimiento, redención e inclusividad, continúa inspirando e instruyendo a los creyentes en la comprensión de los propósitos de Dios y el desarrollo de Su plan a lo largo de la historia.