El Salmo 91 es uno de los salmos más apreciados y frecuentemente recitados en la Biblia, conocido por su poderoso mensaje de protección y confianza en Dios. Este salmo ha brindado consuelo y seguridad a innumerables creyentes a lo largo de la historia. Sin embargo, la cuestión de su autoría sigue siendo un tema de discusión entre los estudiosos y teólogos bíblicos.
Tradicionalmente, muchos de los Salmos se atribuyen al Rey David, el pastor-rey de Israel, conocido por sus talentos poéticos y musicales. A David se le acredita la escritura de una parte significativa de los Salmos, y sus experiencias de vida a menudo resuenan en los versículos. Sin embargo, no todos los Salmos se le atribuyen explícitamente. El Salmo 91 es uno de esos salmos donde el autor no se nombra directamente en el texto.
Para entender quién podría haber escrito el Salmo 91, es útil considerar el contexto y contenido del propio salmo. El Salmo 91 se categoriza como un salmo de confianza y seguridad en la protección de Dios. Habla de la liberación de Dios de varios peligros, como la pestilencia mortal, el terror nocturno y la flecha que vuela de día. Las imágenes utilizadas en el salmo, como Dios siendo un refugio y fortaleza, y la seguridad de Sus ángeles guardando a los fieles, enfatizan la soberanía y el cuidado de Dios sobre Su pueblo.
Una teoría sugiere que Moisés podría ser el autor del Salmo 91. Esta idea se basa en el hecho de que el Salmo 90, que precede al Salmo 91, se atribuye explícitamente a Moisés: "Oración de Moisés, el hombre de Dios" (Salmo 90:1). Dado que los Salmos no se dividieron originalmente en capítulos y versículos, es plausible que el Salmo 91 pudiera ser una continuación de la oración de Moisés. Moisés, quien condujo a los israelitas fuera de Egipto y a través del desierto, experimentó la protección y provisión de Dios de primera mano. Los temas de refugio y liberación en el Salmo 91 podrían reflejar las propias experiencias de Moisés y su profunda confianza en la fidelidad de Dios.
Otra perspectiva es que el Salmo 91 podría haber sido escrito por un salmista anónimo durante el tiempo de la monarquía o incluso durante el período postexílico. Los temas de protección divina y confianza en Dios son atemporales y podrían haber sido relevantes para el pueblo de Israel en varios contextos históricos. El mensaje universal de la presencia protectora de Dios puede haber sido destinado a proporcionar aliento y esperanza a los fieles en tiempos de dificultad, independientemente del autor específico.
Independientemente del autor humano, es esencial reconocer que la fuente última del Salmo 91, como toda la Escritura, es Dios mismo. El apóstol Pablo escribe en 2 Timoteo 3:16: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en justicia". La inspiración divina del salmo asegura que su mensaje es autoritativo y aplicable a los creyentes de todas las edades.
La belleza del Salmo 91 radica no solo en su lenguaje poético, sino también en sus profundas verdades teológicas. El salmo comienza con una declaración de confianza en Dios: "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente" (Salmo 91:1). Este versículo establece el tono para todo el salmo, enfatizando la importancia de una relación cercana y personal con Dios. La imagen de habitar en el abrigo de Dios y morar bajo Su sombra transmite una sensación de intimidad y seguridad.
El salmista continúa describiendo varias formas de peligro y adversidad, como enfermedades mortales, ataques de enemigos y desastres naturales. Sin embargo, en medio de estas amenazas, el salmista afirma con confianza que la protección de Dios es inquebrantable: "Porque él te librará del lazo del cazador y de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; su verdad será tu escudo y adarga" (Salmo 91:3-4). La metáfora de Dios cubriendo a Su pueblo con Sus alas evoca la imagen de un ave madre protegiendo a sus crías, destacando el cuidado tierno y el poder protector de Dios.
Uno de los aspectos más llamativos del Salmo 91 es la promesa de protección angelical: "Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra" (Salmo 91:11-12). Esta seguridad de la guardianía angelical refuerza el tema de la protección divina y sirve como un recordatorio de las realidades espirituales que rodean a los creyentes.
El salmo concluye con las propias palabras de Dios, afirmando Su compromiso con aquellos que lo aman y confían en Él: "Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación" (Salmo 91:14-16). Estos versículos encapsulan el corazón del mensaje del salmo: la presencia inquebrantable y la fidelidad de Dios hacia Su pueblo.
En resumen, aunque la autoría del Salmo 91 sigue siendo incierta, su mensaje es claro y poderoso. Ya sea escrito por Moisés, David o un salmista anónimo, la inspiración divina del salmo y sus verdades atemporales continúan resonando con los creyentes hoy en día. El Salmo 91 nos invita a poner nuestra confianza en Dios, nuestro refugio y fortaleza, y a encontrar consuelo en Su promesa de protección y liberación. Al meditar en este salmo, que seamos recordados del amor y cuidado inquebrantables de Dios por nosotros, y que nuestra fe se fortalezca mientras habitamos al abrigo del Altísimo.