El libro de Zacarías, uno de los Profetas Menores en el Antiguo Testamento, está lleno de visiones e imágenes simbólicas que a menudo requieren una interpretación cuidadosa. Una de las visiones intrigantes y enigmáticas se encuentra en Zacarías 5:5-11, donde el profeta ve a una mujer en una canasta (efa) siendo llevada por dos mujeres con alas. Esta visión ha desconcertado a eruditos y creyentes por igual, planteando la pregunta: ¿Quiénes son las dos mujeres con alas en Zacarías 5?
Para entender esta visión, es esencial considerar el contexto más amplio de las profecías de Zacarías y la naturaleza simbólica de sus visiones. Zacarías fue un profeta durante el período postexílico, alrededor del 520-518 a.C., cuando el pueblo judío regresaba del cautiverio babilónico y reconstruía el Templo en Jerusalén. Sus profecías estaban destinadas a alentar al pueblo y proporcionarles una visión divina de los planes de Dios para la restauración y el futuro de Israel.
En Zacarías 5:5-11, la visión se desarrolla de la siguiente manera:
"Entonces el ángel que hablaba conmigo salió y me dijo: 'Alza tus ojos y mira qué es esto que sale.' Y dije: '¿Qué es?' Él dijo: 'Esta es la canasta que sale.' Y dijo: 'Esta es su iniquidad en toda la tierra.' Y he aquí, se levantó la tapa de plomo, y había una mujer sentada en la canasta. Y él dijo: 'Esta es la Maldad.' Y la empujó de nuevo en la canasta y empujó hacia abajo el peso de plomo en su abertura. Luego levanté mis ojos y vi, y he aquí, dos mujeres que salían adelante. El viento estaba en sus alas. Tenían alas como las alas de una cigüeña, y levantaron la canasta entre la tierra y el cielo. Entonces dije al ángel que hablaba conmigo: '¿A dónde llevan la canasta?' Él me dijo: 'A la tierra de Sinar, para construirle una casa. Y cuando esto esté preparado, pondrán la canasta allí sobre su base.'" (Zacarías 5:5-11, ESV)
La visión comienza con una canasta (efa) que representa la iniquidad o maldad en la tierra. Dentro de la canasta hay una mujer identificada como "Maldad." Esta personificación de la maldad es significativa, ya que simboliza el pecado generalizado y la corrupción moral entre el pueblo. La tapa de plomo, un peso pesado, se usa para contener la maldad, indicando la seriedad y gravedad del pecado.
El enfoque luego se desplaza a las dos mujeres con alas como las de una cigüeña, que salen adelante para llevarse la canasta. La cigüeña, conocida por sus grandes alas y naturaleza migratoria, a menudo se asocia con rapidez y fuerza. El hecho de que estas mujeres tengan alas como las de una cigüeña sugiere su capacidad para cumplir su tarea de manera rápida y poderosa.
La identidad de estas dos mujeres no se menciona explícitamente en el texto, lo que lleva a varias interpretaciones. Algunos eruditos sugieren que las dos mujeres representan agentes de Dios, encargadas de eliminar la maldad de la tierra. Sus alas y el viento que las impulsa indican empoderamiento y dirección divina. Esta interpretación se alinea con el tema más amplio de las visiones de Zacarías, donde Dios está trabajando activamente para purificar y restaurar a Su pueblo.
El destino de la canasta también es significativo. Las mujeres la llevan a la tierra de Sinar, que es otro nombre para Babilonia. En el simbolismo bíblico, Babilonia a menudo representa un lugar de exilio, juicio y oposición a Dios. Al enviar la canasta a Sinar, la visión sugiere que la maldad está siendo eliminada de Israel y enviada de regreso a su lugar de origen, una tierra asociada con la rebelión contra Dios. Este acto de eliminación subraya el compromiso de Dios de purificar a Su pueblo y establecer la justicia en la tierra.
La construcción de una casa para la canasta en Sinar simboliza además la contención y el aislamiento de la maldad. Implica que la maldad será confinada y ya no tendrá lugar entre el pueblo de Dios. Esta imagen resuena con el tema bíblico más amplio de la victoria final de Dios sobre el pecado y el mal.
Para profundizar en las implicaciones teológicas, es útil considerar pasajes y temas paralelos en las Escrituras. Por ejemplo, en Apocalipsis 18, Babilonia se representa como un símbolo de la maldad última y está destinada a la destrucción. La eliminación de la maldad a Babilonia en la visión de Zacarías presagia el juicio final y la erradicación del mal en el futuro escatológico.
Además, la visión de las dos mujeres con alas puede verse a la luz de otros casos bíblicos donde Dios usa agentes, ya sean humanos o angélicos, para cumplir Sus propósitos. En Isaías 6:6-7, un serafín toca los labios de Isaías con un carbón encendido para purificarlo. En Daniel 10:13, el ángel Miguel asiste a otro ángel en la guerra espiritual. Estos ejemplos ilustran que Dios a menudo emplea intermediarios para ejecutar Su voluntad, y las dos mujeres en la visión de Zacarías pueden entenderse en este sentido.
La visión también lleva un mensaje de esperanza y aliento para los contemporáneos de Zacarías. La eliminación de la maldad significa que Dios está trabajando activamente para limpiar y restaurar a Su pueblo. Les asegura que sus esfuerzos para reconstruir el Templo y restablecer su comunidad son parte de un plan divino más grande. El compromiso de Dios de purificar a Su pueblo es una fuente de fortaleza y motivación para que busquen la santidad y la justicia.
En conclusión, las dos mujeres con alas en Zacarías 5:5-11 son figuras simbólicas que representan agentes de Dios encargados de eliminar la maldad de la tierra. Sus alas, como las de una cigüeña, significan rapidez y fuerza, y su misión de llevar la canasta de maldad a Sinar (Babilonia) subraya la intención de Dios de purificar a Su pueblo y aislar el pecado. Esta visión, rica en significado simbólico, se alinea con los temas más amplios de las profecías de Zacarías y la narrativa bíblica de la victoria final de Dios sobre el mal. Sirve como un recordatorio poderoso del papel activo de Dios en la limpieza y restauración de Su pueblo, ofreciendo esperanza y aliento a todos los que buscan vivir en justicia.