Reconocer si posees el don de discernimiento puede ser tanto un viaje profundamente personal como espiritualmente enriquecedor. El don de discernimiento, a menudo referido como el "discernimiento de espíritus", es uno de los dones espirituales mencionados en el Nuevo Testamento, específicamente en el contexto de las cartas de Pablo a las primeras comunidades cristianas. Este don implica una mayor conciencia espiritual, permitiendo a una persona distinguir entre lo que es de Dios y lo que no lo es. Para explorar esto más a fondo, debemos profundizar en la naturaleza de este don, su fundamento bíblico y formas prácticas de reconocerlo en tu propia vida.
El apóstol Pablo enumera el don de discernimiento entre otros dones espirituales en 1 Corintios 12:10, donde escribe: "a otro, poderes milagrosos; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, hablar en diferentes clases de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas." Este versículo indica que el discernimiento es un don distinto y valioso, dado por el Espíritu Santo para la edificación de la Iglesia.
El discernimiento no se trata simplemente de tomar buenas decisiones o tener un agudo sentido del juicio. Implica una sensibilidad espiritual a la presencia y actividad tanto del Espíritu Santo como de otras fuerzas espirituales. En Efesios 6:12, Pablo nos recuerda que "nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los gobernantes, contra las autoridades, contra los poderes de este mundo oscuro y contra las fuerzas espirituales del mal en los reinos celestiales." Esto subraya la necesidad de discernimiento para navegar las dimensiones espirituales de nuestra fe.
Para reconocer si tienes el don de discernimiento, considera los siguientes aspectos:
Uno de los distintivos del don de discernimiento es una profunda sensibilidad a las realidades espirituales. Aquellos con este don a menudo tienen una aguda conciencia de la atmósfera espiritual a su alrededor. Pueden sentir la presencia de seres espirituales, tanto buenos como malos, y a menudo pueden detectar la condición espiritual de individuos o entornos. Esta sensibilidad no es algo que se explique fácilmente por medios naturales; es una intuición espiritual que trasciende la percepción ordinaria.
Las personas con el don de discernimiento tienen una fuerte alineación con la verdad bíblica. Tienen un profundo amor por las Escrituras y un compromiso con entender y aplicar la Palabra de Dios en sus vidas. Esta alineación con las Escrituras les permite discernir lo que es verdadero y lo que es falso, lo que es de Dios y lo que no lo es. Hebreos 4:12 dice: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz. Más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra hasta dividir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos; juzga los pensamientos y las actitudes del corazón." El proceso de discernimiento está profundamente arraigado en la verdad y autoridad de la Palabra de Dios.
Aquellos con el don de discernimiento a menudo tienen una capacidad asombrosa para identificar el engaño. Pueden ver a través de enseñanzas falsas, comportamientos manipuladores y prácticas engañosas que otros podrían pasar por alto. Esta capacidad es crucial para proteger la integridad de la Iglesia y asegurar que los creyentes no sean desviados. En 1 Juan 4:1, se nos advierte: "Queridos amigos, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo." El don de discernimiento capacita a las personas para atender esta advertencia de manera efectiva.
El don de discernimiento a menudo va acompañado de un espíritu de humildad y un profundo compromiso con la oración. Aquellos que poseen este don entienden que su capacidad para discernir no proviene de su propia sabiduría, sino del Espíritu Santo. A menudo se les encuentra en oración, buscando la guía y sabiduría de Dios en todas las cosas. Santiago 1:5 nos anima: "Si alguno de ustedes carece de sabiduría, pídasela a Dios, quien da generosamente a todos sin menospreciar a nadie, y le será dada." Una persona con discernimiento confía en esta promesa, buscando continuamente la sabiduría y dirección de Dios.
El don de discernimiento se da para el bien común, para edificar y proteger el Cuerpo de Cristo. Aquellos con este don a menudo sienten un fuerte sentido de responsabilidad para usar su discernimiento para servir a otros. Pueden sentirse atraídos a roles dentro de la Iglesia que implican consejería, intercesión o liderazgo, donde su don puede ser utilizado para guiar y proteger a la comunidad. Efesios 4:12-13 habla del propósito de los dones espirituales: "a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser maduros, alcanzando la medida de la plenitud de Cristo."
Si sospechas que puedes tener el don de discernimiento, hay varios pasos prácticos que puedes tomar para reconocer y desarrollar este don:
Pasa Tiempo en Oración y Meditación: Busca la guía de Dios y pídele que te revele si tienes este don. Pasa tiempo en oración y meditación, escuchando las indicaciones y confirmaciones del Espíritu Santo.
Estudia las Escrituras Diligentemente: Sumérgete en la Palabra de Dios. Estudia pasajes que hablen sobre los dones espirituales y el discernimiento. Permite que las Escrituras moldeen tu entendimiento y agudicen tu discernimiento.
Busca Confirmación de Creyentes Maduros: Comparte tus experiencias y sentido de discernimiento con creyentes maduros que puedan proporcionar orientación y confirmación. Ellos pueden ayudarte a discernir si lo que estás experimentando es realmente un don espiritual.
Observa los Frutos de tu Discernimiento: Presta atención a los resultados de tu discernimiento. ¿Tus percepciones e intuiciones están llevando a un mayor crecimiento espiritual, protección y edificación para ti y para otros? Los frutos de tu discernimiento pueden ser un fuerte indicador de la presencia de este don.
Permanece Humilde y Enseñable: Siempre aborda el discernimiento con humildad, reconociendo que es un don de Dios y no un resultado de tus propias habilidades. Mantente abierto a aprender y crecer en tu discernimiento, y dispuesto a recibir corrección y orientación de otros.
Participa en Disciplinas Espirituales: Practica regularmente disciplinas espirituales como el ayuno, la adoración y la intercesión. Estas disciplinas pueden ayudarte a cultivar una mayor sensibilidad al Espíritu Santo y fortalecer tu discernimiento.
A medida que buscas reconocer y desarrollar el don de discernimiento, recuerda que todos los dones espirituales son dados por el Espíritu Santo para el bien común. Están destinados a edificar el Cuerpo de Cristo y glorificar a Dios. Si tienes el don de discernimiento, úsalo fiel y humildemente, siempre buscando alinear tu discernimiento con la verdad de la Palabra de Dios y la guía del Espíritu Santo.
En conclusión, reconocer el don de discernimiento implica una combinación de sensibilidad espiritual, alineación con la verdad bíblica, una capacidad para identificar el engaño, un espíritu de humildad y oración, y un deseo de servir y proteger el Cuerpo de Cristo. Al buscar la guía de Dios, estudiar las Escrituras, buscar confirmación de creyentes maduros, observar los frutos de tu discernimiento, permanecer humilde y enseñable, y participar en disciplinas espirituales, puedes discernir si posees este valioso don espiritual y usarlo para la gloria de Dios y la edificación de Su Iglesia.