La cuestión de cuánto tiempo estuvo Jesús en la tumba antes de su resurrección es una que ha intrigado a teólogos y creyentes durante siglos. La resurrección de Jesucristo es una piedra angular de la fe cristiana, simbolizando su victoria sobre la muerte y la promesa de vida eterna para los creyentes. Para entender la duración del tiempo de Jesús en la tumba, debemos profundizar en los relatos bíblicos, el contexto histórico y la comprensión judía del tiempo.
Las fuentes principales para entender la resurrección son los cuatro Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Cada uno proporciona detalles sobre la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús. Según estos relatos, Jesús fue crucificado un viernes, conocido como Viernes Santo, y su resurrección fue descubierta el domingo siguiente, que se celebra como Domingo de Pascua.
Mateo 12:40 es un versículo clave que a menudo surge en esta discusión. Aquí, Jesús dice: "Porque como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra." Esta declaración ha llevado a algunos a interpretar que Jesús estuvo en la tumba durante un total de 72 horas. Sin embargo, entender el cómputo del tiempo judío ayuda a aclarar esto.
En la tradición judía, cualquier parte de un día se considera como un día completo. Este método de conteo es evidente en varias partes de la Biblia. Por ejemplo, en Ester 4:16, Ester pide a los judíos que ayunen durante "tres días, noche y día", y sin embargo, en Ester 5:1, ella va al rey en el tercer día. De manera similar, en 1 Samuel 30:12-13, un siervo egipcio no había comido durante "tres días y tres noches", pero fue encontrado en el tercer día. Esto indica que "tres días y tres noches" pueden referirse a partes de tres días diferentes.
Dado este contexto cultural, podemos reconciliar la cronología de la muerte y resurrección de Jesús. Jesús murió alrededor de las 3 PM del viernes (Mateo 27:46-50, Marcos 15:34-37, Lucas 23:44-46, Juan 19:30). Su cuerpo fue bajado de la cruz y colocado en la tumba antes del atardecer, que marcaba el comienzo del sábado (Juan 19:31-42). Por lo tanto, el viernes cuenta como el primer día.
El segundo día es el sábado en sí, desde la tarde del viernes hasta la tarde del sábado. Los Evangelios son claros en que Jesús permaneció en la tumba durante este período. Las mujeres que seguían a Jesús descansaron en el sábado según el mandamiento (Lucas 23:56).
El tercer día comienza al atardecer del sábado y se extiende hasta el atardecer del domingo. El descubrimiento de la tumba vacía ocurre temprano en la mañana del domingo (Mateo 28:1, Marcos 16:2, Lucas 24:1, Juan 20:1). Así, el domingo se cuenta como el tercer día.
Por lo tanto, Jesús estuvo en la tumba durante parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, cumpliendo la profecía de "tres días y tres noches" cuando se entiende en el contexto judío. Este marco temporal se alinea con los relatos del Evangelio y el método judío de contar los días.
Además, la importancia del "tercer día" está profundamente arraigada en las expectativas escatológicas judías y el Antiguo Testamento. Oseas 6:2 dice: "Después de dos días nos dará vida; al tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él." Este versículo refleja un patrón de liberación y restauración asociado con el tercer día, que se cumple en la resurrección de Jesús.
La resurrección en el tercer día también se alinea con las propias predicciones de Jesús. En Marcos 8:31, Jesús enseña que "el Hijo del Hombre debe sufrir muchas cosas y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los maestros de la ley, y que debe ser muerto y después de tres días resucitar." Predicciones similares se encuentran en Mateo 16:21 y Lucas 9:22. Estas declaraciones refuerzan la comprensión de que la resurrección de Jesús ocurrió en el tercer día después de su crucifixión.
Además de los Evangelios, el apóstol Pablo enfatiza la importancia de la resurrección en el tercer día en 1 Corintios 15:3-4: "Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras." La referencia de Pablo a las Escrituras probablemente apunta a los patrones proféticos y tipologías encontradas en el Antiguo Testamento, incluyendo los tres días de Jonás en el pez y la restauración del tercer día de Oseas.
Teológicamente, la resurrección en el tercer día significa la culminación de la obra redentora de Dios a través de Jesucristo. Marca la transición de la muerte a la vida, del sufrimiento a la gloria y de la desesperación a la esperanza. La resurrección no es meramente un regreso a la vida terrenal, sino la inauguración de una nueva creación, un anticipo de la vida de resurrección prometida a todos los creyentes.
En resumen, Jesús estuvo en la tumba durante parte de tres días, desde la tarde del viernes hasta la mañana del domingo, según el método judío de contar los días. Este marco temporal cumple la profecía bíblica de "tres días y tres noches" y se alinea con las propias predicciones de Jesús y el contexto bíblico más amplio. La resurrección en el tercer día es un testimonio de la fidelidad de Dios y el poder transformador de la victoria de Cristo sobre la muerte. Es una verdad fundamental que continúa inspirando y sosteniendo la fe de los cristianos en todo el mundo.