La Segunda Venida de Jesucristo es una creencia fundamental en el cristianismo, anunciando un tiempo de juicio, redención y el cumplimiento del reino de Dios en la Tierra. Este evento, ansiosamente anticipado por los creyentes, está rodeado de varias señales y profecías que, según las escrituras, precederán el regreso de Cristo. Estas señales se extraen de una variedad de textos bíblicos, principalmente de los libros del Nuevo Testamento como Mateo, Marcos, Lucas y Apocalipsis, pero también de profetas del Antiguo Testamento como Daniel y Ezequiel.
Las enseñanzas más directas sobre las señales de la Segunda Venida se encuentran en los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). En estos relatos, Jesús habla explícitamente sobre los últimos tiempos y las condiciones que señalarán Su inminente regreso.
Mateo 24 y Marcos 13 presentan lo que a menudo se conoce como el Discurso del Olivar, donde Jesús, respondiendo a las preguntas de Sus discípulos sobre las señales de Su venida y el fin de la era, describe varios indicadores clave:
Engaño por Falsos Profetas y Mesías: Jesús advierte que muchos vendrán en Su nombre, diciendo, "Yo soy el Cristo", y engañarán a muchos (Mateo 24:5). El surgimiento de falsos profetas es una señal significativa, ya que realizarán grandes señales y prodigios para engañar, si fuera posible, incluso a los elegidos (Mateo 24:24).
Guerras y Rumores de Guerras: El texto señala que nación se levantará contra nación, y reino contra reino (Mateo 24:6-7). Esta agitación entre las naciones sugiere un mundo cada vez más caracterizado por el conflicto.
Desastres Naturales y Hambrunas: Jesús menciona terremotos, hambrunas y pestilencias en varios lugares como parte de los dolores de parto (Mateo 24:7-8). Estas catástrofes naturales señalan el gemido de la creación mientras espera la redención (Romanos 8:22).
Persecución de los Creyentes: Los seguidores de Cristo enfrentarán persecución y odio por causa de Su nombre (Mateo 24:9). Este período pondrá a prueba la fe de muchos, llevando a algunos a apartarse.
La Difusión del Evangelio: Una señal más positiva es la proclamación del Evangelio del reino en todo el mundo como testimonio a todas las naciones (Mateo 24:14). Este esfuerzo de evangelización global significa que el fin vendrá una vez que esta tarea esté suficientemente completada.
El Libro de Apocalipsis, una visión profética dada al Apóstol Juan, añade más detalles a los eventos que rodean la Segunda Venida. Describe un período de tribulación marcado por plagas, desastres económicos y eventos sobrenaturales. Apocalipsis también habla de la batalla de Armagedón (Apocalipsis 16:16), una confrontación decisiva entre las fuerzas del bien y del mal.
El Apóstol Pablo en 2 Tesalonicenses 2:1-12 discute la rebelión y la revelación del "hombre de iniquidad", o el Anticristo, quien se opondrá y se exaltará sobre todo lo que se llama dios. La descripción de Pablo enfatiza una gran apostasía que precede el regreso de Cristo, junto con el misterio de la iniquidad ya en acción.
La interpretación de estas señales varía entre las denominaciones cristianas y los estudiosos. Algunos ven estas profecías como eventos literales que se desarrollarán en el futuro, mientras que otros las interpretan simbólicamente, representando luchas espirituales continuas a lo largo de la era de la iglesia. Además, el momento de estos eventos en relación con la Segunda Venida—si ocurren antes, durante o después—también es debatido.
A pesar de estas diferencias, la expectativa central sigue siendo que estas señales, en cualquier forma que tomen, apuntan hacia la culminación de la historia y la restauración de todas las cosas bajo Cristo. Sirven como recordatorios para los creyentes de vivir en preparación y fidelidad, manteniendo la esperanza en la promesa del regreso de Cristo.
Para los cristianos, las señales de la Segunda Venida no son solo predicciones futuras sino también realidades presentes que influyen en cómo vivimos hoy. Fomentan la vigilancia en la fe, la integridad en la conducta y la fervor en la oración. Como Jesús mismo aconsejó, debemos "velar y orar" (Mateo 26:41), porque no sabemos el día ni la hora de Su regreso (Mateo 24:36).
A la luz de esto, las señales de la Segunda Venida son tanto una advertencia como un estímulo, fomentando un espíritu de vigilancia y un compromiso con la vida evangélica. Nos recuerdan que cada generación necesita estar preparada, viviendo de una manera que honre a Dios y sirva a Sus propósitos, mientras anticipamos la gloriosa aparición de nuestro Salvador, Jesucristo.
El estudio de la escatología, o la parte de la teología que se ocupa de la muerte, el juicio y el destino final del alma y de la humanidad, es complejo y a menudo está lleno de opiniones divergentes. Sin embargo, sigue siendo un aspecto esencial de la doctrina cristiana, proporcionando tanto esperanza como un llamado a la acción. Al considerar las señales de los tiempos, que lo hagamos con discernimiento y fe, siempre mirando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2).