¿Por qué se describe a Dios como 'terrible' en ciertos versículos de la Biblia?

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A lo largo de la Biblia, Dios es descrito usando una variedad de términos que reflejan Su naturaleza multifacética. Uno de esos términos que a menudo levanta cejas y provoca preguntas es la palabra "terrible". Esta palabra aparece en varios versículos, lo que lleva a muchos a preguntarse por qué un Dios amoroso y benevolente sería descrito de una manera aparentemente negativa.

Para entender por qué Dios es descrito como "terrible" en ciertos versículos de la Biblia, necesitamos profundizar en el idioma original, el contexto cultural y el significado teológico del término. En la versión King James (KJV) de la Biblia, la palabra "terrible" se usa a menudo para traducir palabras hebreas y griegas que transmiten un sentido de asombro, reverencia y miedo. Por ejemplo, en el Salmo 47:2, la KJV dice: "Porque el SEÑOR altísimo es terrible; es un gran Rey sobre toda la tierra". Aquí, la palabra "terrible" se traduce de la palabra hebrea "yare", que puede significar temer, reverenciar o estar en asombro.

En el inglés contemporáneo, la palabra "terrible" lleva principalmente una connotación negativa, implicando algo espantoso o aterrador. Sin embargo, en el uso del inglés antiguo, la palabra tenía un significado más amplio que incluía inspirar miedo o asombro. Este sentido de asombro no es necesariamente negativo, sino que denota un profundo respeto y reconocimiento del poder majestuoso y abrumador de Dios.

Uno de los aspectos clave de la naturaleza de Dios es Su santidad. La santidad de Dios es tan pura, tan perfecta y tan más allá de la comprensión humana que naturalmente invoca un sentido de asombro y miedo. En Isaías 6:1-5, el profeta Isaías describe su visión de Dios sentado en un trono, alto y exaltado, con serafines clamando: "Santo, santo, santo es el SEÑOR Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria". La reacción inmediata de Isaías es de terror e indignidad: "¡Ay de mí!" clamé. "¡Estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros, y habito en medio de un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR Todopoderoso". Aquí, el miedo de Isaías no es porque Dios sea malévolo, sino porque la santidad de Dios es tan abrumadora que expone la pecaminosidad y fragilidad humana.

Otro aspecto a considerar es la soberanía y el poder de Dios. En Deuteronomio 10:17, la KJV dice: "Porque el SEÑOR vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor de señores, un gran Dios, poderoso y terrible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho". El término "terrible" aquí subraya la autoridad y el poder supremos de Dios que comandan respeto y reverencia. Las acciones de Dios en la historia, como las plagas en Egipto o la separación del Mar Rojo, se describen como "terribles" porque son demostraciones extraordinarias de Su poder, destinadas a demostrar Su soberanía e infundir un sentido de asombro tanto en Su pueblo como en sus enemigos.

El temor del Señor es un tema recurrente en las Escrituras, a menudo presentado como el principio de la sabiduría (Proverbios 9:10). Este temor no se trata de tener miedo de Dios en un sentido de acobardamiento, sino de tener un profundo respeto y reverencia por Su majestad y autoridad. En Filipenses 2:12-13, el apóstol Pablo aconseja a los creyentes que "ocupen su salvación con temor y temblor, porque es Dios quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer para cumplir su buen propósito". Este "temor y temblor" es un reconocimiento del inmenso poder y santidad de Dios, que debería inspirar un enfoque serio y respetuoso hacia la fe y la conducta de uno.

El término "terrible" también sirve para recordarnos la seriedad del pecado y el juicio justo de Dios. En Hebreos 10:31, está escrito: "Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo". Este versículo destaca la realidad de que la justicia de Dios es perfecta y que Él hará que todos rindan cuentas por sus acciones. El temor al juicio de Dios está destinado a llevar a las personas al arrepentimiento y a un compromiso sincero de vivir de acuerdo con Su voluntad.

Además, la naturaleza "terrible" de Dios puede entenderse en el contexto de Su papel como guerrero divino. En Éxodo 15:3, Dios es descrito como un "hombre de guerra" que lucha en nombre de Su pueblo. Esta imaginería marcial transmite la capacidad de Dios para proteger, liberar y ejecutar justicia. El terror experimentado por los enemigos de Dios es un reflejo de Su poder para superar cualquier fuerza de maldad u oposición. Para los creyentes, este aspecto de la naturaleza de Dios es una fuente de consuelo y seguridad, sabiendo que sirven a un Dios que es poderoso para salvar y que finalmente triunfará sobre todas las formas de maldad.

También es importante reconocer que la naturaleza "terrible" de Dios se equilibra con Su amor, misericordia y gracia. Mientras que el poder y la santidad de Dios inspiran asombro y miedo, Su amor y compasión atraen a las personas hacia Él. En Romanos 5:8, leemos: "Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros". Este amor sacrificial es la máxima expresión del carácter de Dios y muestra que Su deseo es la reconciliación y la relación con la humanidad.

En la literatura cristiana, los teólogos a menudo han reflexionado sobre los aspectos duales de la naturaleza de Dios: Su justicia y Su misericordia. A.W. Tozer, en su obra clásica "El conocimiento del Santo", escribe sobre los atributos de Dios, enfatizando que la justicia y la misericordia de Dios no son contradictorias sino complementarias. Tozer explica que la justicia de Dios asegura que Él tratará correctamente con el pecado, mientras que Su misericordia proporciona una manera para que los pecadores sean redimidos a través de Jesucristo.

Entender por qué Dios es descrito como "terrible" en ciertos versículos de la Biblia nos lleva en última instancia a una apreciación más profunda de Su naturaleza compleja e impresionante. La santidad, el poder, la justicia y el amor de Dios son todos aspectos de Su carácter que, cuando se comprenden plenamente, evocan una respuesta de reverencia, temor y adoración. El término "terrible" sirve como un recordatorio de que Dios no debe ser trivializado o tomado a la ligera, sino que debe ser abordado con el máximo respeto y humildad.

En resumen, la descripción de Dios como "terrible" en ciertos versículos de la Biblia refleja los aspectos impresionantes y temibles de Su naturaleza. Este término, arraigado en los idiomas originales y el contexto histórico, transmite un sentido de reverencia y respeto por la santidad, el poder y la justicia de Dios. Mientras que el inglés contemporáneo puede interpretar "terrible" negativamente, el uso bíblico abarca una comprensión más amplia y profunda de la majestad de Dios. Reconocer esto ayuda a los creyentes a acercarse a Dios con el asombro y respeto apropiados, equilibrados por una apreciación de Su amor y misericordia sin límites.

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