El concepto de la tribulación es uno de los temas más intrigantes y a menudo debatidos dentro de la escatología cristiana. La tribulación se refiere a un período futuro de sufrimiento y angustia sin precedentes que precederá la segunda venida de Jesucristo. Uno de los aspectos más desconcertantes de este período es la declaración que se encuentra en el Evangelio de Mateo, donde Jesús dice: "Si aquellos días no fueran acortados, nadie sobreviviría, pero por el bien de los elegidos esos días serán acortados" (Mateo 24:22, NVI). Esta declaración plantea varias preguntas: ¿Por qué se acortarán los días? ¿Qué significa para los elegidos? ¿Y cómo encaja esto en la narrativa más amplia del plan de Dios para la humanidad?
Para entender por qué la Biblia dice que los días serán acortados durante la tribulación, es esencial profundizar en el contexto de las enseñanzas de Jesús y la narrativa bíblica general sobre el plan redentor de Dios. El pasaje en cuestión es parte del Discurso del Olivar, donde Jesús proporciona una descripción detallada de los últimos tiempos a sus discípulos. El discurso abarca Mateo 24-25, Marcos 13 y Lucas 21, y aborda las señales de los últimos tiempos, la venida del Hijo del Hombre y el juicio final.
La tribulación se describe como un tiempo de gran angustia y sufrimiento, sin igual en la historia humana. Jesús dice: "Porque entonces habrá gran angustia, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá" (Mateo 24:21, NVI). Los profetas del Antiguo Testamento, como Daniel y Jeremías, también hablaron de este período. Daniel se refiere a él como "un tiempo de angustia como no ha habido desde que existen las naciones hasta entonces" (Daniel 12:1, NVI), mientras que Jeremías lo llama "el tiempo de angustia para Jacob" (Jeremías 30:7, RVR).
El Libro de Apocalipsis proporciona más detalles sobre la tribulación, describiendo una serie de eventos catastróficos, incluyendo guerras, hambrunas, plagas y desastres naturales. Estos eventos se representan a través de la apertura de los siete sellos, el sonido de las siete trompetas y el derramamiento de las siete copas de la ira de Dios (Apocalipsis 6-16).
Entender el propósito de la tribulación es crucial para comprender por qué los días serán acortados. La tribulación sirve a varios propósitos divinos:
Juicio sobre el Pecado: La tribulación es un período de juicio divino sobre un mundo pecador y rebelde. Es un tiempo en el que la justa ira de Dios se derrama sobre aquellos que lo han rechazado y han persistido en su maldad. Esto es evidente en Apocalipsis, donde los habitantes de la tierra son llamados repetidamente al arrepentimiento pero continúan blasfemando contra Dios y se niegan a arrepentirse (Apocalipsis 9:20-21; 16:9, 11).
Purificación de Israel: La tribulación también es un tiempo de purificación y refinamiento para la nación de Israel. El profeta Zacarías habla de un tiempo en el que Dios llevará a Israel a través del fuego y los refinará como se refina la plata (Zacarías 13:8-9). Este período culminará en el reconocimiento de Jesús como el Mesías por parte del pueblo judío (Zacarías 12:10; Romanos 11:26).
Salvación de los Elegidos: A pesar de la severidad de la tribulación, también es un tiempo de gran actividad evangelística y la salvación de muchos. Apocalipsis 7 habla de una gran multitud de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas que están delante del trono de Dios, habiendo salido de la gran tribulación (Apocalipsis 7:9, 14). Esto indica que muchos llegarán a la fe en Cristo durante este período.
En el contexto de la tribulación, la declaración de Jesús sobre el acortamiento de los días "por el bien de los elegidos" adquiere un significado profundo. El término "elegidos" se refiere a aquellos que Dios ha elegido para la salvación. Esto incluye tanto a judíos como a gentiles que han puesto su fe en Jesucristo. Los elegidos se describen como aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero (Apocalipsis 13:8; 21:27).
El acortamiento de los días puede entenderse de varias maneras:
Misericordia Divina: La tribulación será un tiempo de sufrimiento inimaginable, y en su misericordia, Dios acortará la duración de este período para evitar la aniquilación total. La declaración de Jesús subraya la compasión y el cuidado de Dios por su pueblo. Aunque la tribulación sirve a un propósito en el plan de Dios, Él no permitirá que se extienda más allá de lo absolutamente necesario.
Protección de los Fieles: El acortamiento de los días también es un acto de protección para los fieles. Los elegidos enfrentarán una intensa persecución durante la tribulación, y al acortar los días, Dios asegura su resistencia y supervivencia. Esto es consistente con la promesa de Dios de proteger y preservar a su pueblo. En Apocalipsis 3:10, Jesús promete a la iglesia en Filadelfia: "Ya que has guardado mi mandato de ser paciente, yo también te guardaré de la hora de prueba que va a venir sobre el mundo entero para poner a prueba a los habitantes de la tierra".
Cumplimiento de la Profecía: El acortamiento de los días se alinea con el cumplimiento de la profecía bíblica. A lo largo de las Escrituras, Dios ha establecido tiempos y estaciones específicos para su plan redentor. La tribulación no es una excepción. Al acortar los días, Dios asegura que su línea de tiempo profética se cumpla y que sus propósitos se logren dentro del período designado.
El concepto de que los días serán acortados durante la tribulación tiene varias implicaciones teológicas:
Soberanía de Dios: El acortamiento de los días resalta la soberanía de Dios sobre la historia y el tiempo. Dios tiene el control total de los eventos de la tribulación y tiene la autoridad para determinar su duración. Esto tranquiliza a los creyentes de que, a pesar del caos y el sufrimiento, Dios sigue en el trono y sus propósitos prevalecerán.
Esperanza y Aliento: Para los elegidos, la promesa de que los días serán acortados proporciona esperanza y aliento. Sirve como un recordatorio de que la tribulación, aunque severa, es temporal y tiene un final definido. Los fieles pueden soportar con la seguridad de que Dios intervendrá y pondrá fin al período de sufrimiento.
Llamado a la Preparación: El conocimiento de que la tribulación será intensa pero breve llama a los creyentes a un estado de preparación espiritual. Jesús enfatizó repetidamente la importancia de estar vigilantes y preparados para su regreso. En Mateo 24:42-44, Él dice: "Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben en qué día vendrá su Señor. Pero entiendan esto: Si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, habría estado vigilando y no habría dejado que su casa fuera robada. Así que también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperan".
La declaración de que los días serán acortados durante la tribulación es una expresión profunda de la misericordia, protección y soberanía de Dios. Subraya la severidad de la tribulación mientras simultáneamente proporciona esperanza y seguridad a los elegidos. Al acortar los días, Dios asegura la supervivencia de su pueblo, el cumplimiento de su línea de tiempo profética y el logro final de sus propósitos redentores. Para los creyentes, esta promesa sirve como un recordatorio de la fidelidad de Dios y un llamado a permanecer vigilantes y firmes en su fe, incluso frente a pruebas sin precedentes.