La teología del pacto y el dispensacionalismo son dos sistemas teológicos que los cristianos utilizan para interpretar la historia general de la Biblia y entender el plan de Dios para la humanidad. Estos sistemas influyen particularmente en cómo se percibe la relación entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, el papel de Israel y la Iglesia, y la naturaleza y el momento de las promesas de Dios. Entender estas diferencias no solo ayuda a comprender diversas posturas doctrinales cristianas, sino que también profundiza nuestra apreciación por las diversas formas en que los creyentes interpretan las Escrituras.
La teología del pacto se centra en el concepto de un pacto como marco para entender la Biblia. Postula que Dios gobierna su relación con la humanidad a través de pactos en lugar de períodos o dispensaciones separadas. Este enfoque ve la historia de la salvación como un desarrollo continuo de pactos estructurados principalmente alrededor de tres acuerdos clave: el Pacto de Redención, el Pacto de Obras y el Pacto de Gracia.
El Pacto de Redención se considera un acuerdo eterno dentro de la Trinidad, donde el Padre designa al Hijo, Jesucristo, para redimir a los pecadores elegidos, y el Hijo acepta voluntariamente este arreglo.
El Pacto de Obras se hizo con Adán en el Jardín del Edén, donde se prometió la vida a cambio de obediencia perfecta y personal. El fracaso de Adán para cumplir este pacto, creen los cristianos, hizo necesario un nuevo pacto.
El Pacto de Gracia se ve como iniciado después de la caída de Adán. Este pacto se extiende desde Génesis hasta Apocalipsis, subrayando que la salvación se ofrece libremente a través de la fe en Jesucristo. Este pacto se revela progresivamente a través de los patriarcas, el pacto nacional con Israel y finalmente en el nuevo pacto a través de Jesucristo.
La teología del pacto enfatiza la unidad y continuidad de la Biblia. Ve el Antiguo y el Nuevo Testamento como parte del mismo plan cohesivo de salvación. Por ejemplo, Gálatas 3:29 dice: "Y si vosotros sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham, y herederos según la promesa." Esto ilustra que a través de la fe en Cristo, los creyentes son hechos parte de la familia del pacto de Abraham.
El dispensacionalismo, que surgió en el siglo XIX a través de las enseñanzas de John Nelson Darby y fue popularizado en los Estados Unidos por la Biblia de Referencia Scofield, organiza la Biblia en períodos o dispensaciones distintas. En cada dispensación, Dios tiene un principio administrativo y un conjunto de mandamientos distintos, y la humanidad es probada en su obediencia a ellos. La clave del dispensacionalismo es la creencia en una clara distinción entre Israel y la Iglesia.
Los dispensacionalistas típicamente sostienen siete dispensaciones: - Inocencia (antes de la caída de Adán) - Conciencia (de Adán a Noé) - Gobierno Humano (de Noé a Abraham) - Promesa (de Abraham a Moisés) - Ley (de Moisés a Cristo) - Gracia (la era actual de la iglesia) - Reino (el futuro reinado milenario)
Un aspecto crítico del dispensacionalismo es su interpretación futurista de la escatología, que incluye un rapto pretribulacional de la Iglesia, una tribulación literal de siete años y un reinado de mil años de Cristo en la tierra. Los dispensacionalistas ven las promesas a Israel como distintas y separadas de la Iglesia. Por ejemplo, las promesas de la tierra en Génesis 12 y 15 se consideran aún por realizarse completamente y aplicables a Israel étnico.
Enfoque a las Escrituras: La teología del pacto usa el pacto como un tema unificador de la Biblia, enfatizando la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En contraste, el dispensacionalismo enfatiza la diversidad del propósito y métodos de Dios en diferentes eras o dispensaciones.
Visión de Israel y la Iglesia: La teología del pacto ve a la iglesia como la continuación y cumplimiento de Israel, heredando las promesas hechas a Israel a través de Cristo. El dispensacionalismo mantiene una clara distinción entre Israel y la Iglesia, afirmando que muchas promesas hechas a Israel aún deben cumplirse en el futuro.
Vistas Escatológicas: La teología del pacto generalmente se adhiere al amilenialismo o postmilenialismo, interpretando el reinado de Cristo de manera más espiritual y presente entre su pueblo. El dispensacionalismo típicamente sostiene el premilenialismo, esperando un futuro reinado literal de mil años de Cristo en la tierra después de su segunda venida.
Hermenéutica: La teología del pacto tiende a emplear una interpretación más tipológica o alegórica, especialmente en lo que respecta a la profecía, viendo a Cristo como el cumplimiento de los tipos y sombras del Antiguo Testamento. El dispensacionalismo insiste en una interpretación consistentemente literal de las Escrituras, especialmente los pasajes proféticos concernientes a Israel y los tiempos finales.
Estos marcos teológicos no solo influyen en la escatología individual y corporativa, sino que también afectan cómo los creyentes leen las Escrituras, entienden la naturaleza de la Iglesia, se relacionan con las promesas de Dios y anticipan el futuro. Tanto la teología del pacto como el dispensacionalismo buscan honrar la autoridad de las Escrituras y la soberanía de Dios, aunque a través de diferentes lentes interpretativos.
En conclusión, aunque tanto la teología del pacto como el dispensacionalismo ofrecen valiosas ideas sobre la naturaleza de los tratos de Dios con los humanos, también desafían a los creyentes a considerar profundamente cómo se entiende mejor la narrativa bíblica de la redención y cómo se aplica a sus vidas. Ya sea que uno se incline hacia la continuidad de la teología del pacto o el enfoque distintivo del dispensacionalismo, el objetivo final sigue siendo conocer a Dios más plenamente y darlo a conocer, adhiriéndose fielmente a las enseñanzas de las Escrituras.