¿Quiénes eran los fariseos y qué creían?

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Los fariseos son una de las sectas judías más reconocibles mencionadas en el Nuevo Testamento, a menudo recordados por sus frecuentes confrontaciones con Jesucristo. Para entender la dinámica de estas interacciones y el contexto más amplio de Judea a principios del siglo I, es esencial profundizar en quiénes eran los fariseos, sus creencias, sus prácticas y su papel en la sociedad.

Orígenes y Desarrollo

Los fariseos surgieron como un grupo distinto durante el período del Segundo Templo de la historia judía, que abarca desde la reconstrucción del Templo en 516 a.C. después del exilio babilónico, hasta su destrucción por los romanos en el año 70 d.C. Históricamente, se cree que los fariseos se originaron en la última parte del siglo II a.C., posiblemente como una reacción contra las influencias helenísticas y la percibida laxitud en la observancia religiosa por parte del sumo sacerdocio y la aristocracia judía.

Creencias Fundamentales

Central a la creencia farisaica era un fuerte énfasis en la observancia de la Torá, los primeros cinco libros de la Biblia hebrea, junto con una devoción particular a las tradiciones orales que interpretaban estas escrituras. A diferencia de los saduceos, otra secta judía contemporánea que solo se adhería a las leyes escritas encontradas en la Torá, los fariseos creían en la autoridad igual de las tradiciones orales. Estas tradiciones fueron eventualmente codificadas en la Mishná y más tarde, en el Talmud.

La Ley y Sus Interpretaciones

Los fariseos abogaban por un estilo de vida que se adhería estrictamente tanto a las leyes escritas como a las orales. Esto incluía observancias detalladas sobre la pureza, la observancia del sábado, el diezmo y las restricciones alimentarias, que creían que mantendrían e incluso aumentarían su santidad. Por ejemplo, Levítico 19:18, que ordena el amor al prójimo, fue interpretado de manera expansiva por los fariseos para incluir una amplia gama de comportamientos éticos y sociales.

Creencia en la Vida Después de la Muerte

Otra creencia distintiva de los fariseos era su firme convicción en la vida después de la muerte y la resurrección de los muertos. Esto contrasta marcadamente con los saduceos, que negaban tales nociones. La creencia de los fariseos en la vida después de la muerte estaba ligada a su comprensión de la justicia y la retribución divina. Sostenían que Dios finalmente recompensaría a los justos y castigaría a los malvados, opiniones que se reflejan en las enseñanzas de Jesús, particularmente en parábolas como la del Rico y Lázaro (Lucas 16:19-31).

El Papel de la Tradición

Para los fariseos, la tradición servía como un componente vivo y activo de su fe. Creían que las leyes orales habían sido transmitidas por Moisés a través de generaciones sucesivas y eran interpretaciones autoritativas de la Torá escrita. Este respeto por la tradición es evidente en su meticuloso enfoque de la práctica religiosa y la vida moral, esforzándose por aplicar las leyes antiguas a los problemas contemporáneos.

Papel en la Sociedad

Los fariseos eran influyentes en las sinagogas, que servían como el punto focal de la vida religiosa y comunitaria judía, especialmente en un paisaje dominado por la ocupación romana y la cultura helenística. Su influencia no se limitaba a la esfera religiosa; también se extendía a los ámbitos social y político. Aunque no eran tan poderosos políticamente como los saduceos, que eran principalmente sumos sacerdotes y aristócratas, los fariseos tenían una considerable influencia entre la gente común debido a su piedad y la percepción de autenticidad en la práctica de lo que predicaban.

Interacciones con Jesús

En los Evangelios, los fariseos son frecuentemente representados como adversarios de Jesús. Sin embargo, estas representaciones a menudo reflejan conflictos teológicos y sociales más profundos en lugar de mera animosidad personal. Jesús criticó a los fariseos por su legalismo, hipocresía y por descuidar los asuntos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad (Mateo 23:23). Sin embargo, es crucial reconocer que Jesús compartía muchas creencias con los fariseos, como la importancia de la Ley, la creencia en la resurrección y muchas enseñanzas éticas.

El énfasis de los fariseos en la piedad y la adherencia a la ley a menudo los llevó a conflictos con Jesús sobre interpretaciones de la Ley y cuestiones de pureza (Marcos 7:1-23). Sin embargo, algunos fariseos también mostraron interés en las enseñanzas de Jesús, y algunos, como Nicodemo, incluso acudieron a él en busca de una comprensión más profunda (Juan 3:1-21).

Legado e Influencia

La destrucción del Templo en el año 70 d.C. fue un evento crucial para todas las sectas judías. La adaptabilidad de los fariseos y su énfasis en la ley y la tradición sobre el culto centrado en el Templo los posicionó para evolucionar hacia el judaísmo rabínico que siguió a la destrucción del Templo. Sus interpretaciones de la Torá continúan influyendo en el pensamiento judío hasta el día de hoy.

En conclusión, los fariseos fueron un grupo complejo e influyente durante la época de Jesús. Su estricta observancia tanto de la Torá escrita como de la oral, su creencia en la vida después de la muerte y su papel dentro de la comunidad los diferenciaron de otras sectas de la época. Entender a los fariseos proporciona una visión más profunda del contexto religioso y cultural del Nuevo Testamento y ofrece una visión matizada de sus encuentros con Jesucristo.

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