El libro de los Hechos, también conocido como los Hechos de los Apóstoles, ocupa un lugar significativo en el Nuevo Testamento, ya que narra los primeros días de la iglesia cristiana, la difusión del Evangelio y los viajes misioneros del apóstol Pablo. Comprender quién fue el autor de este libro fundamental puede profundizar nuestra apreciación por sus conocimientos históricos y teológicos.
La autoría del libro de los Hechos se atribuye tradicionalmente a Lucas, un médico y un compañero cercano del apóstol Pablo. Esta atribución se basa en varias piezas de evidencia interna y externa que apuntan a Lucas como el escritor.
En primer lugar, consideramos la evidencia interna dentro del propio texto. El libro de los Hechos es la segunda parte de una obra en dos volúmenes, siendo la primera el Evangelio de Lucas. Ambos libros están dirigidos a un tal Teófilo, un nombre que significa "amante de Dios" o "amigo de Dios". El Evangelio de Lucas comienza con una introducción que dice: "Puesto que muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido entre nosotros... me ha parecido bien también a mí... escribir un relato ordenado para ti, excelentísimo Teófilo, para que conozcas la certeza de las cosas que te han enseñado" (Lucas 1:1-4, NVI). De manera similar, Hechos comienza con una referencia al "primer libro" escrito para Teófilo, que relata "todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar hasta el día en que fue llevado al cielo" (Hechos 1:1-2, NVI). Esta clara conexión entre los dos libros sugiere un único autor para ambos, y la tradición de la iglesia primitiva nombra consistentemente a Lucas como ese autor.
En segundo lugar, los "pasajes de nosotros" en Hechos proporcionan más evidencia de la autoría de Lucas. Estos pasajes, que se encuentran en Hechos 16:10-17, 20:5-15, 21:1-18 y 27:1-28:16, cambian de la tercera persona al plural de primera persona, lo que indica que el autor fue un compañero de Pablo durante estos eventos. Por ejemplo, Hechos 16:10 dice: "Después de que Pablo tuvo la visión, nos preparamos de inmediato para partir hacia Macedonia, concluyendo que Dios nos había llamado a predicar el evangelio a ellos" (NVI). Este uso de "nosotros" sugiere que el autor estaba presente con Pablo, experimentando los eventos de primera mano. Se sabe por las cartas de Pablo que Lucas fue uno de sus compañeros de viaje. En Colosenses 4:14, Pablo se refiere a "nuestro querido amigo Lucas, el médico", y en 2 Timoteo 4:11, menciona: "Solo Lucas está conmigo". Esta compañía constante apoya aún más la idea de que Lucas es el autor de Hechos.
La evidencia externa de los escritos cristianos primitivos también apoya la autoría de Lucas. El padre de la iglesia primitiva Ireneo, escribiendo a finales del siglo II, atribuye explícitamente el libro de los Hechos a Lucas. En su obra "Contra las herejías", Ireneo dice: "Lucas también, el compañero de Pablo, registró en un libro el Evangelio predicado por él. Después, escribió los Hechos de los Apóstoles". Otros escritores cristianos primitivos, como Eusebio y Jerónimo, confirman esta atribución.
El trasfondo de Lucas como médico se refleja en la naturaleza detallada y ordenada de su escritura. Su conocimiento médico y atención al detalle son evidentes en sus descripciones de eventos y personas. Por ejemplo, en Hechos 28:8-9, Lucas proporciona un relato preciso de la curación del padre de Publio por parte de Pablo, describiendo su enfermedad y la posterior curación de una manera que sugiere familiaridad médica: "Su padre estaba enfermo en cama, sufriendo de fiebre y disentería. Pablo entró a verlo y, después de orar, le impuso las manos y lo sanó" (NVI). Esta atención al detalle es consistente con la naturaleza meticulosa de un médico.
El propósito de Lucas al escribir Hechos va más allá de la mera documentación histórica. Su objetivo es proporcionar un relato ordenado de la difusión del Evangelio y la obra del Espíritu Santo en la iglesia primitiva. Lucas enfatiza la continuidad entre el ministerio de Jesús y la misión de los apóstoles, destacando el cumplimiento de la promesa de Jesús de enviar al Espíritu Santo para empoderar a sus seguidores. Hechos 1:8 captura este tema central: "Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra" (NVI). A lo largo de Hechos, Lucas demuestra cómo el Espíritu Santo guía y empodera a los apóstoles, llevando al crecimiento de la iglesia y la difusión del Evangelio.
El libro de los Hechos también subraya la importancia de la unidad y la inclusividad dentro de la comunidad cristiana primitiva. Lucas destaca la ruptura de barreras entre judíos y gentiles, enfatizando que el Evangelio es para todas las personas. Hechos 10 relata la historia de Pedro y Cornelio, donde Pedro recibe una visión de Dios, llevándolo a entender que "Dios no muestra favoritismo, sino que acepta de toda nación al que le teme y hace lo correcto" (Hechos 10:34-35, NVI). Este tema de inclusividad se refuerza aún más en Hechos 15, donde el Concilio de Jerusalén decide que los conversos gentiles no necesitan seguir la ley judía para ser parte de la comunidad cristiana.
Además de los temas históricos y teológicos, la escritura de Lucas en Hechos proporciona valiosos conocimientos sobre las prácticas y desafíos de la iglesia primitiva. Registra el establecimiento de la vida comunitaria, el nombramiento de diáconos y la resolución de disputas dentro de la iglesia. Hechos 2:42-47 describe la devoción de los primeros creyentes a la enseñanza de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y la oración, pintando un cuadro de una comunidad vibrante y comprometida. Lucas tampoco se aleja de relatar la persecución y el sufrimiento que enfrentaron los primeros cristianos, destacando su fe inquebrantable y su dependencia de la guía de Dios.
En resumen, el libro de los Hechos se atribuye tradicionalmente a Lucas, un médico y compañero cercano del apóstol Pablo. La evidencia interna del texto, como la conexión entre el Evangelio de Lucas y Hechos, los "pasajes de nosotros" y el trasfondo médico de Lucas, apoya esta atribución. La evidencia externa de los escritos cristianos primitivos confirma aún más la autoría de Lucas. El propósito de Lucas al escribir Hechos es proporcionar un relato ordenado de la difusión del Evangelio y la obra del Espíritu Santo en la iglesia primitiva, enfatizando temas de continuidad, unidad e inclusividad. A través de su escritura detallada y reflexiva, Lucas ofrece valiosos conocimientos sobre las prácticas, desafíos y fe inquebrantable de la comunidad cristiana primitiva.