El Libro de Romanos, una de las epístolas más teológicamente ricas y profundas del Nuevo Testamento, fue escrito por el Apóstol Pablo alrededor del año 57 d.C. Esta carta fue dirigida a la comunidad cristiana en Roma, un grupo diverso y vibrante que consistía tanto de creyentes judíos como gentiles. Comprender el contexto histórico de Romanos requiere una mirada a las circunstancias socio-políticas, religiosas y personales que rodearon su composición.
Contexto Socio-Político
Roma, la capital del Imperio Romano, era el epicentro del poder político, la cultura y el comercio en el mundo antiguo. A mediados del primer siglo, la ciudad era un crisol de etnias, lenguas y religiones. El Imperio Romano, bajo el gobierno del Emperador Nerón en ese momento, era conocido por su relativa tolerancia hacia diferentes religiones, siempre y cuando no perturbaran el orden público ni desafiaran la autoridad imperial.
La comunidad judía en Roma tenía una presencia significativa, habiéndose establecido durante varios siglos. Sin embargo, las tensiones entre judíos y gentiles no eran infrecuentes. Estas tensiones se exacerbaron por el edicto del Emperador Claudio alrededor del año 49 d.C., que expulsó a los judíos de Roma debido a disturbios relacionados con