Romanos 9:30-33 es un pasaje profundo que profundiza en la naturaleza de la justicia y cómo es perseguida por diferentes grupos de personas. El Apóstol Pablo, en su carta a los Romanos, aborda un tema crítico: el contraste entre los gentiles que alcanzaron la justicia y los israelitas que la persiguieron pero no tuvieron éxito. Este pasaje no es meramente un comentario histórico, sino una exposición teológica que tiene profundas implicaciones para entender la fe, la gracia y la justicia de Dios.
Pablo escribe:
"¿Qué diremos entonces? Que los gentiles que no perseguían la justicia la han alcanzado, es decir, una justicia que es por fe; pero que Israel, que perseguía una ley que llevaría a la justicia, no tuvo éxito en alcanzar esa ley. ¿Por qué? Porque no la persiguieron por fe, sino como si se basara en obras. Han tropezado con la piedra de tropiezo, como está escrito: 'He aquí, pongo en Sion una piedra de tropiezo y una roca de escándalo; y el que cree en él no será avergonzado.'" (Romanos 9:30-33, ESV)
Para entender este pasaje, es importante explorar el contexto y los principios subyacentes que Pablo está abordando.
Pablo comienza haciendo una observación sorprendente: los gentiles, que no perseguían activamente la justicia, la han alcanzado. Esta justicia no se basa en sus obras o en la adhesión a la Ley Mosaica, sino que es por fe. Esta idea de la justicia por fe es un tema central en los escritos de Pablo y está arraigada en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, Génesis 15:6 dice: "Y creyó al Señor, y se le contó por justicia." Aquí, la fe de Abraham se acredita como justicia, estableciendo un precedente que Pablo elabora en sus epístolas.
En Romanos 3:22, Pablo afirma: "Esta justicia se da mediante la fe en Jesucristo a todos los que creen." Esta justicia es un regalo de Dios, recibido a través de la fe en Jesucristo, no a través del esfuerzo humano o la adhesión a la ley. La fe, en este contexto, no es meramente un asentimiento intelectual, sino una profunda confianza y dependencia en Jesucristo para la salvación.
En contraste con los gentiles, Israel persiguió una ley que llevaría a la justicia pero no tuvo éxito. Pablo explica que la razón de su fracaso es que la persiguieron no por fe, sino como si se basara en obras. Esta búsqueda de la justicia a través de la ley es un tema significativo en el Antiguo Testamento y la tradición judía. Los israelitas creían que la adhesión a la Ley Mosaica llevaría a la justicia y al favor de Dios.
Sin embargo, Pablo argumenta que este enfoque es fundamentalmente defectuoso. En Gálatas 2:16, escribe: "Sin embargo, sabemos que una persona no es justificada por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo." La ley, aunque santa y buena, nunca tuvo la intención de ser el medio por el cual las personas alcanzan la justicia. En cambio, estaba destinada a revelar el pecado y señalar la necesidad de un Salvador (Romanos 7:7-12).
Pablo luego introduce la metáfora de la piedra de tropiezo, citando Isaías 28:16 e Isaías 8:14. Identifica esta piedra como Jesucristo, quien es tanto un fundamento como una piedra de tropiezo. Para aquellos que creen en Él, Jesús es la piedra angular, el fundamento de su fe y justicia. Sin embargo, para aquellos que lo rechazan, Él se convierte en una piedra de tropiezo, una roca de escándalo.
Esta imagen es poderosa. Sugiere que Jesucristo es el punto decisivo de división. Aquellos que buscan la justicia a través de la fe en Él no serán avergonzados, pero aquellos que confían en sus propias obras y lo rechazan tropezarán. Esta idea se repite en 1 Pedro 2:6-8, donde Pedro también se refiere a Jesús como la piedra angular y la piedra de tropiezo.
Romanos 9:30-33 nos enseña varias lecciones importantes sobre la búsqueda de la justicia:
La Justicia es por Fe, No por Obras: La lección principal es que la justicia no se puede lograr a través del esfuerzo humano o la adhesión a la ley. Es un regalo de Dios, recibido por fe en Jesucristo. Este principio es fundamental para el evangelio y se enfatiza a lo largo del Nuevo Testamento.
La Fe es Esencial: Los gentiles alcanzaron la justicia porque se acercaron a Dios con fe, mientras que los israelitas fracasaron porque confiaron en sus propias obras. La fe no es solo creencia, sino una confianza y dependencia en Jesucristo para la salvación.
Jesús como la Piedra Angular y la Piedra de Tropiezo: Jesucristo es la figura central en la búsqueda de la justicia. Él es la piedra angular para aquellos que creen, proporcionando un fundamento seguro para su fe. Sin embargo, también es una piedra de tropiezo para aquellos que lo rechazan, destacando la importancia de aceptarlo como Señor y Salvador.
La Inclusividad del Evangelio: El hecho de que los gentiles, que no eran originalmente parte del pueblo elegido de Dios, alcanzaron la justicia por fe, subraya la inclusividad del evangelio. La salvación está disponible para todos los que creen, independientemente de su origen o experiencia religiosa previa.
El Peligro del Legalismo: El fracaso de los israelitas sirve como una advertencia contra el legalismo: la creencia de que la justicia se puede lograr a través de la estricta adhesión a las leyes y rituales religiosos. El legalismo lleva a la autojusticia y, en última instancia, a tropezar con el verdadero camino hacia la justicia, que es la fe en Cristo.
Para los cristianos contemporáneos, Romanos 9:30-33 ofrece un mensaje atemporal. Nos desafía a examinar la base de nuestra justicia. ¿Estamos confiando en nuestros propios esfuerzos, buenas obras o adhesión a prácticas religiosas? ¿O estamos poniendo nuestra fe completamente en Jesucristo?
Además, este pasaje nos llama a abrazar la inclusividad del evangelio. Así como los gentiles fueron bienvenidos en la familia de Dios a través de la fe, estamos llamados a extender este mensaje de gracia y fe a todas las personas, independientemente de su origen o pasado.
Finalmente, nos recuerda la centralidad de Jesucristo en nuestra fe. Él es la piedra angular de nuestras vidas, el fundamento sobre el cual construimos nuestra fe y justicia. Nuestra relación con Él es la clave para alcanzar la justicia que Dios desea para nosotros.
En conclusión, Romanos 9:30-33 enseña que la búsqueda de la justicia no se trata del esfuerzo humano o la adhesión a la ley, sino de la fe en Jesucristo. Subraya la importancia de la fe, la centralidad de Cristo y la inclusividad del evangelio. Al reflexionar sobre este pasaje, recordemos poner nuestra confianza completamente en Jesús y compartir este mensaje de gracia y fe con los demás.