Romanos 12:17 es un versículo que habla al corazón de la ética y el comportamiento cristiano. Dice: "No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo que es correcto a los ojos de todos." Este versículo es parte de un pasaje más amplio en el que el apóstol Pablo proporciona instrucciones prácticas para vivir la fe cristiana. Para comprender plenamente el mensaje de Romanos 12:17, es esencial entender su contexto dentro del capítulo y las enseñanzas más amplias del Nuevo Testamento.
Romanos 12 marca una transición en la carta de Pablo de la exposición teológica a la exhortación práctica. Después de establecer los fundamentos de la doctrina cristiana en los capítulos anteriores, Pablo dirige su atención a cómo estas verdades deben manifestarse en la vida de los creyentes. Romanos 12:1-2 establece el escenario instando a los cristianos a ofrecer sus cuerpos como sacrificios vivos y a ser transformados por la renovación de sus mentes. Esta transformación conduce a una vida que discierne y se alinea con la voluntad de Dios.
En los versículos 9-21, Pablo proporciona una serie de instrucciones éticas que describen cómo se ve una vida transformada. Romanos 12:17 se encuentra dentro de esta sección, y su mensaje puede desglosarse examinando sus componentes clave.
Primero, el mandato "No paguen a nadie mal por mal" hace eco de las enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte. En Mateo 5:38-39, Jesús instruye a sus seguidores a no resistir a una persona malvada y a poner la otra mejilla cuando sean golpeados. Este llamado radical a la no retaliación desafía la inclinación humana natural a buscar venganza o justicia a través de la retribución personal. En cambio, los cristianos están llamados a romper el ciclo de violencia y hostilidad respondiendo al mal con gracia y perdón.
La razón detrás de este mandato está arraigada en el carácter de Dios y el ejemplo de Cristo. Dios es descrito como misericordioso y justo, lento para la ira y abundante en amor constante (Salmo 103:8). Jesús, durante su ministerio terrenal, ejemplificó este carácter divino perdonando a sus perseguidores y orando por aquellos que lo crucificaron (Lucas 23:34). Al instruir a los creyentes a no pagar mal por mal, Pablo los está llamando a encarnar los mismos atributos divinos y a confiar en la justicia última de Dios.
La segunda parte de Romanos 12:17, "Procuren hacer lo que es correcto a los ojos de todos," enfatiza la importancia de mantener un buen testimonio ante los demás. Esto no significa comprometer las convicciones para agradar a las personas, sino vivir de tal manera que las acciones de uno estén por encima de cualquier reproche y reflejen la integridad del evangelio. Pablo en otro lugar aconseja a los creyentes a "vivir vidas tan buenas entre los paganos que, aunque los acusen de hacer el mal, vean sus buenas obras y glorifiquen a Dios en el día que nos visite" (1 Pedro 2:12).
Este llamado a hacer lo que es correcto a los ojos de todos es consistente con la ética más amplia del Nuevo Testamento de amor y pacificación. En Romanos 12:18, Pablo instruye además: "Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos." Los cristianos deben ser proactivos en buscar la reconciliación y la armonía, incluso cuando requiera sacrificio personal o sufrimiento.
El mensaje de Romanos 12:17 es un desafío profundo a los valores del mundo. En una cultura que a menudo glorifica la venganza y la autoafirmación, Pablo llama a los creyentes a un estándar más alto de conducta arraigado en el amor y la gracia de Dios. Este estándar no se trata meramente de evitar la retaliación, sino de buscar activamente el bien de los demás, incluso de aquellos que nos hacen mal.
Vivir este mensaje requiere una profunda dependencia del Espíritu Santo, quien capacita a los creyentes para superar sus inclinaciones naturales y exhibir el fruto del Espíritu, incluyendo amor, paciencia, bondad y dominio propio (Gálatas 5:22-23). También requiere una firme confianza en la soberanía y justicia de Dios, creyendo que Él finalmente corregirá todos los males y vindicará a los justos.
Además, Romanos 12:17 desafía a la iglesia a ser una comunidad que modele estos valores. Cuando los cristianos colectivamente se niegan a pagar mal por mal y se esfuerzan por hacer lo que es correcto a los ojos de todos, se convierten en un testimonio poderoso del poder transformador del evangelio. Este testimonio puede atraer a otros a Cristo y traer gloria a Dios.
En conclusión, el mensaje de Romanos 12:17 es un llamado a una vida radical y contracultural que refleje el carácter de Dios y las enseñanzas de Jesús. Desafía a los creyentes a responder al mal con gracia, a mantener un buen testimonio ante los demás y a buscar la paz y la reconciliación. Al vivir este mensaje, los cristianos pueden demostrar el poder transformador del evangelio y traer gloria a Dios en un mundo desesperadamente necesitado de su amor y justicia.