Efesios 5:15-21 es un pasaje que ofrece una guía profunda sobre la vida cristiana, enfatizando la sabiduría, la vida llena del Espíritu y la sumisión mutua entre los creyentes. Para entender su significado, debemos profundizar en el contexto de toda la carta a los Efesios, las instrucciones específicas dadas en estos versículos y su aplicación a nuestras vidas hoy.
El apóstol Pablo escribió la carta a los Efesios para animar e instruir a los creyentes en Éfeso. El tema general de Efesios es la unidad de la iglesia como el cuerpo de Cristo y la aplicación práctica de esta unidad en la vida de los creyentes. Efesios 5:15-21 se encuentra dentro de una sección donde Pablo da consejos prácticos sobre cómo vivir como hijos de luz (Efesios 5:8).
Pablo comienza este pasaje con una exhortación a ser cuidadosos en cómo vivimos: "Tengan mucho cuidado, entonces, de cómo viven, no como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada oportunidad, porque los días son malos" (Efesios 5:15-16, NVI). Aquí, Pablo contrasta la sabiduría y la necedad, instando a los creyentes a vivir sabiamente. La sabiduría en el sentido bíblico no es meramente conocimiento intelectual, sino que implica vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. Los "días son malos" se refiere a la era presente, marcada por desafíos morales y espirituales. Por lo tanto, Pablo llama a la vigilancia y la intencionalidad en nuestro caminar con Cristo, aprovechando al máximo cada oportunidad para reflejar la luz de Dios en un mundo oscuro.
En el versículo 17, Pablo aclara aún más lo que significa vivir sabiamente: "Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor." Entender la voluntad del Señor es central para la sabiduría cristiana. Esto implica discernir los deseos y mandamientos de Dios tal como se revelan en las Escrituras y a través de la guía del Espíritu Santo. Es un llamado a alinear nuestras vidas con los propósitos de Dios, en lugar de ser influenciados por los valores fugaces y a menudo engañosos del mundo.
Pablo luego contrasta estar llenos del Espíritu con estar borrachos de vino: "No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu" (Efesios 5:18). Este contraste es significativo. La embriaguez representa una pérdida de control y una entrega a comportamientos destructivos, mientras que estar llenos del Espíritu significa estar bajo la influencia y guía del Espíritu Santo. El verbo griego traducido como "sean llenos" (πληροῦσθε, plērousthe) está en tiempo presente continuo, lo que indica un proceso continuo. Por lo tanto, estar llenos del Espíritu no es un evento único, sino una entrega continua y diaria a la influencia del Espíritu en nuestras vidas.
Los versículos 19-21 describen los resultados de estar llenos del Espíritu: "Hablando entre ustedes con salmos, himnos y canciones del Espíritu. Canten y hagan música de corazón al Señor, dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Sométanse unos a otros por reverencia a Cristo." Estos versículos destacan tres aspectos clave de la vida llena del Espíritu: adoración, gratitud y sumisión mutua.
Primero, los creyentes llenos del Espíritu participan en la adoración a través de "salmos, himnos y canciones del Espíritu." Este aspecto comunitario de la adoración fortalece el vínculo entre los creyentes y glorifica a Dios. Cantar y hacer música de corazón significa una adoración genuina y sincera, no un mero ritual externo. La adoración es una expresión vital de nuestra relación con Dios y un medio de edificación de la iglesia.
Segundo, una vida llena del Espíritu se caracteriza por una gratitud continua: "Dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo." La gratitud es un reconocimiento de la soberanía y bondad de Dios en todas las circunstancias. Refleja un corazón que confía en la providencia de Dios y reconoce Sus bendiciones. La frase "por todo" indica que esta gratitud no se limita a circunstancias favorables, sino que abarca todos los aspectos de la vida, confiando en que Dios obra todas las cosas para el bien de los que lo aman (Romanos 8:28).
Tercero, la sumisión mutua es una característica distintiva de la comunidad llena del Espíritu: "Sométanse unos a otros por reverencia a Cristo." Este principio de sumisión mutua está arraigado en nuestra reverencia por Cristo, quien ejemplificó la humildad y el servicio supremos. La sumisión aquí no se trata de jerarquía o dominación, sino de poner las necesidades e intereses de los demás por encima de los nuestros, reflejando el amor y la humildad de Cristo (Filipenses 2:3-8). Es un llamado al amor y servicio desinteresado dentro del cuerpo de Cristo.
En resumen, Efesios 5:15-21 llama a los creyentes a vivir sabiamente entendiendo y alineándose con la voluntad de Dios, siendo continuamente llenos del Espíritu Santo y expresando esta vida llena del Espíritu a través de la adoración, la gratitud y la sumisión mutua. Estos versículos ofrecen una visión profunda de la comunidad cristiana, donde los creyentes están unidos en su devoción a Dios y su amor mutuo, reflejando la luz de Cristo en un mundo oscuro. Mientras buscamos vivir estos principios, que podamos confiar continuamente en la guía y el empoderamiento del Espíritu Santo, encarnando la sabiduría y el amor de Cristo en todo lo que hacemos.