El evento de María ungiendo a Jesús con perfume es un momento conmovedor y significativo en los Evangelios, cargado de implicaciones espirituales y teológicas. Este acto, realizado por María de Betania, está registrado en el Evangelio de Juan, Capítulo 12, versículos 1-8. La reacción de Judas Iscariote, uno de los doce discípulos de Jesús, es particularmente notable y revela mucho sobre su carácter y motivaciones.
En la narrativa, Jesús visita Betania, el hogar de Lázaro, a quien Él había resucitado de entre los muertos. Durante una cena dada en honor de Jesús, María toma una libra de nardo puro, un perfume caro, y lo vierte sobre los pies de Jesús, secándolos con su cabello. La casa se llena con la fragancia del perfume, simbolizando la naturaleza generosa y sacrificial de su devoción.
La reacción de Judas Iscariote a este acto es inmediata y crítica. Según Juan 12:4-5 (NVI), "Pero uno de sus discípulos, Judas Iscariote, que más tarde lo traicionaría, objetó: '¿Por qué no se vendió este perfume y se dio el dinero a los pobres? Valía el salario de un año.'" La objeción de Judas parece, en la superficie, ser una preocupación por los pobres. Sin embargo, Juan proporciona más información sobre las verdaderas motivaciones de Judas en el versículo 6: "No dijo esto porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón; como encargado de la bolsa de dinero, solía tomar lo que se ponía en ella."
La reacción de Judas puede ser analizada en múltiples niveles. Primero, revela su hipocresía. Mientras que exteriormente expresa preocupación por los pobres, su verdadero interés radica en el potencial beneficio financiero al que podría haber accedido si el perfume se hubiera vendido. Esta duplicidad es un presagio de su eventual traición a Jesús, destacando un corazón que no está alineado con los valores y enseñanzas de Cristo.
En segundo lugar, la reacción de Judas contrasta fuertemente con el acto de adoración de María. La unción de Jesús por parte de María es un acto de profundo amor y devoción, uno que no considera el costo del perfume en favor de honrar a Jesús. En contraste, la respuesta de Judas está marcada por el pragmatismo y el interés propio. Este contraste subraya un tema central en los Evangelios: la diferencia entre el discipulado genuino y la lealtad superficial.
La respuesta de Jesús a la objeción de Judas es instructiva. Él dice en Juan 12:7-8 (NVI), "Déjala en paz. Ella ha guardado este perfume para el día de mi sepultura. Siempre tendrán a los pobres entre ustedes, pero no siempre me tendrán a mí." Jesús reconoce la importancia de cuidar a los pobres, un tema constante a lo largo de Su ministerio, pero también enfatiza la importancia única e inminente de Su presencia y sacrificio inminente.
La mención del entierro de Jesús es crucial. El acto de unción de María prefigura la muerte y el entierro de Jesús, sirviendo como un acto profético que lo prepara para lo que está por venir. En este sentido, la reacción de Judas no solo es inapropiada, sino que también revela una falta de perspicacia espiritual y comprensión de la misión de Jesús.
Además, la crítica de Judas al acto de María puede verse como un reflejo de su propio conflicto interno y decadencia moral. Mientras que María es movida por el amor y la devoción, Judas es impulsado por la avaricia y el engaño. Esta lucha interna dentro de Judas finalmente lo lleva a traicionar a Jesús por treinta piezas de plata, como se registra en Mateo 26:14-16.
Teológicamente, la reacción de Judas a la unción de María puede interpretarse como una manifestación del conflicto más amplio entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, que recorre los Evangelios. El acto de María representa la luz de la verdadera adoración y devoción, mientras que la respuesta de Judas encarna la oscuridad de la traición y el egoísmo. Esta dicotomía es central en la narrativa de la Pasión, culminando en la crucifixión y resurrección de Jesús.
En la literatura cristiana, este evento ha sido explorado extensamente. Por ejemplo, en "El costo del discipulado", Dietrich Bonhoeffer reflexiona sobre la naturaleza del verdadero discipulado, contrastándolo con la fe superficial. Las ideas de Bonhoeffer resuenan con las acciones de María y Judas, destacando la naturaleza sacrificial del discipulado genuino y los peligros de una fe egoísta.
Además, en "La vida de Cristo" de Fulton J. Sheen, el autor profundiza en el significado de la unción de María, interpretándola como un acto profundo de amor que trasciende las preocupaciones materiales. Las reflexiones de Sheen proporcionan una comprensión más profunda de las dimensiones espirituales de este evento, enfatizando el valor eterno de los actos de adoración y devoción.
Desde una perspectiva pastoral, la historia de María ungiendo a Jesús y la reacción de Judas sirve como una poderosa lección sobre la naturaleza de la verdadera adoración y los peligros de la hipocresía. Desafía a los creyentes a examinar sus propios corazones y motivaciones, alentando una fe marcada por el amor y la devoción genuinos en lugar del interés propio y el engaño.
En conclusión, la reacción de Judas a la unción de Jesús por parte de María con perfume es un evento complejo y multifacético que revela mucho sobre su carácter y los temas más amplios de los Evangelios. Contrasta la devoción desinteresada de María con el egoísmo y la hipocresía de Judas, destacando la importancia eterna de la verdadera adoración y los peligros de una fe que no está arraigada en el amor genuino por Cristo. Esta narrativa invita a los creyentes a reflexionar sobre su propio viaje de fe, esforzándose por un discipulado que refleje el amor sacrificial y la devoción ejemplificados por María.