La historia de los sabios que visitan a Jesús es una de las narrativas más conocidas asociadas con el nacimiento de Cristo, y se encuentra en el Evangelio de Mateo. Este relato ha capturado la imaginación de cristianos y no cristianos por igual durante siglos. Sin embargo, cuando se trata de los detalles, como el número de sabios, hay una sorprendente cantidad de ambigüedad que a menudo pasa desapercibida.
En Mateo 2:1-12, el texto describe la visita de los "Magos" del oriente. Estos Magos, a menudo referidos como "sabios", se dice que vieron una estrella que señalaba el nacimiento del "rey de los judíos". Viajaron a Jerusalén y finalmente a Belén, donde encontraron a Jesús y le presentaron regalos de oro, incienso y mirra. Es en este pasaje donde se registran los detalles de su visita.
La Biblia no especifica cuántos sabios visitaron a Jesús. La suposición de que fueron tres sabios probablemente surge de la mención de tres regalos distintos: oro, incienso y mirra. Esto ha llevado a la tradición popular de representar a tres Magos en escenas de Natividad y villancicos. Sin embargo, el texto en sí no proporciona un número.
El término "Magos" es plural, lo que indica que había más de uno, pero más allá de eso, la Biblia permanece en silencio sobre su número exacto. Los Magos probablemente eran un grupo de eruditos o astrólogos de Persia o Babilonia, ya que estas regiones eran conocidas por sus hombres sabios que estudiaban las estrellas e interpretaban señales. Los regalos que trajeron eran significativos y simbólicos: el oro representaba la realeza de Jesús, el incienso su divinidad y la mirra presagiaba su sufrimiento y muerte.
A lo largo de la historia cristiana, han surgido varias tradiciones respecto a los Magos. En algunas tradiciones, incluso se les dan nombres—Melchor, Gaspar y Baltasar—aunque estos nombres no aparecen en el texto bíblico. Estas tradiciones se han transmitido a través de escritos apócrifos y leyendas cristianas posteriores, pero no se encuentran en las Escrituras canónicas.
El número de sabios es menos importante que el significado de su viaje y su reconocimiento de Jesús como rey. Su visita es un profundo reconocimiento de la identidad y misión de Jesús. El viaje de los Magos desde el oriente simboliza el reconocimiento de la realeza de Cristo por parte de los gentiles, indicando que Jesús vino no solo para el pueblo judío sino para todas las naciones. Esto se enfatiza aún más por el hecho de que lo adoraron, como se describe en Mateo 2:11: "Al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron" (NVI).
Los regalos que presentaron también tienen un profundo significado teológico. El oro, un metal precioso, simboliza la realeza y reconoce a Jesús como rey. El incienso, un incienso usado en el culto, significa divinidad, reconociendo a Jesús como Dios encarnado. La mirra, una sustancia utilizada en el embalsamamiento, presagia el sufrimiento y la muerte de Jesús, señalando su papel como el Salvador que moriría por los pecados de la humanidad.
El relato de Mateo sobre los Magos es único entre los Evangelios. No se encuentra en Marcos, Lucas o Juan, lo que puede sugerir que Mateo lo incluyó para enfatizar ciertos puntos teológicos, como la universalidad de la misión de Jesús y el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. La historia de los Magos está llena de ecos del Antiguo Testamento, como la profecía en Isaías 60:3, que habla de naciones que vienen a la luz de Israel y reyes al resplandor de su amanecer.
El viaje de los Magos también resalta temas de fe y revelación. Emprendieron un largo y incierto viaje basado en su interpretación de la estrella, demostrando fe en su comprensión de las señales. Al llegar a Jerusalén, buscaron orientación de Herodes, lo que inadvertidamente cumplió la profecía al dirigirlos a Belén. Su disposición a emprender tal viaje y su respuesta a la revelación del nacimiento de Jesús ejemplifican el tipo de fe que el Evangelio de Mateo busca inspirar en sus lectores.
En conclusión, aunque el número exacto de sabios que visitaron a Jesús no se especifica en la Biblia, el relato de su visita está lleno de significado y relevancia. Habla del reconocimiento de la realeza de Jesús por parte de los gentiles, el cumplimiento de la profecía y los temas de fe y revelación. La historia de los Magos invita a los creyentes a reflexionar sobre la identidad de Jesús como rey, Dios y Salvador, y a responder con la misma adoración y devoción que mostraron los sabios. La narrativa anima a los cristianos a buscar a Jesús con la misma seriedad y a ofrecerle lo mejor de lo que tienen, tal como lo hicieron los Magos con sus regalos.