La Biblia no menciona explícitamente la edad de María cuando dio a luz a Jesús. Sin embargo, entender el contexto de la cultura y las costumbres judías durante el primer siglo puede proporcionar algunas ideas sobre su probable edad. Los Evangelios de Mateo y Lucas proporcionan los relatos más detallados del nacimiento de Jesús, pero ninguno especifica la edad de María.
En el Evangelio de Lucas, leemos sobre el ángel Gabriel visitando a María para anunciarle que concebiría un hijo por el Espíritu Santo. Lucas 1:26-27 dice: "En el sexto mes del embarazo de Isabel, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, un pueblo de Galilea, a una virgen comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente de David. La virgen se llamaba María." Este pasaje enfatiza la virginidad de María y su compromiso con José, pero no proporciona detalles sobre su edad.
Para entender la probable edad de María, necesitamos considerar el contexto cultural. En la sociedad judía del primer siglo, era costumbre que las niñas se comprometieran y se casaran a una edad temprana, a menudo en su adolescencia temprana o media. El compromiso típicamente ocurría poco después de que una niña alcanzara la pubertad, alrededor de los 12 o 13 años, y el matrimonio seguiría dentro de uno o dos años. Esta práctica estaba arraigada en el deseo de asegurar la pureza y la fidelidad de la novia, así como de establecer alianzas familiares y seguridad.
Dadas estas normas culturales, es razonable inferir que María probablemente tenía entre 12 y 16 años cuando se comprometió con José y posteriormente concibió a Jesús. Esta inferencia se alinea con el contexto histórico y cultural de la época, aunque sigue siendo especulativa ya que la Biblia no proporciona una edad específica.
El Evangelio de Mateo proporciona un contexto adicional sobre la respuesta de José al embarazo de María. Mateo 1:18-19 dice: "Así fue como nació Jesús el Mesías: Su madre María estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que se unieran, se encontró que estaba embarazada por el Espíritu Santo. Como José, su esposo, era fiel a la ley y no quería exponerla a la deshonra pública, decidió divorciarse de ella en secreto." La reacción de José refleja la seriedad del compromiso en la cultura judía, donde se consideraba un compromiso vinculante, aunque la pareja aún no había consumado el matrimonio.
Los relatos en Mateo y Lucas destacan la naturaleza extraordinaria del embarazo de María y la intervención divina involucrada. El anuncio del ángel Gabriel a María en Lucas 1:30-33 subraya su papel único en el plan de Dios: "Pero el ángel le dijo: 'No tengas miedo, María; has hallado gracia ante Dios. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su padre David, y reinará sobre los descendientes de Jacob para siempre; su reino no tendrá fin.'"
La respuesta de María al mensaje de Gabriel es de fe y obediencia, a pesar de los posibles desafíos sociales y personales que enfrentaría. En Lucas 1:38, ella dice: "Soy la sierva del Señor. Que se cumpla tu palabra en mí." Esta respuesta demuestra su fe notable y disposición para aceptar la voluntad de Dios, cualidades que son significativas independientemente de su edad.
Aunque la Biblia no especifica la edad de María, su juventud a menudo se enfatiza en la tradición y el arte cristianos. Los primeros escritores y teólogos cristianos, como los Padres de la Iglesia, tampoco proporcionaron detalles específicos sobre su edad, pero a menudo la retrataron como una mujer joven. El énfasis en las Escrituras no está en su edad, sino en su fe, pureza y la naturaleza divina de la concepción y el nacimiento de Jesús.
Además, el nacimiento virginal de Jesús cumple con la profecía del Antiguo Testamento, particularmente Isaías 7:14, que dice: "Por tanto, el Señor mismo les dará una señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel." Esta profecía subraya la naturaleza milagrosa del nacimiento de Jesús y el cumplimiento de las promesas de Dios a su pueblo.
En resumen, aunque la Biblia no menciona explícitamente la edad de María cuando dio a luz a Jesús, entender el contexto cultural de la sociedad judía del primer siglo sugiere que probablemente tenía entre 12 y 16 años. El enfoque de la narrativa bíblica está en la naturaleza divina de la concepción de Jesús, la fe y obediencia de María, y el cumplimiento de la profecía. La edad de María, aunque no especificada, no disminuye la importancia de su papel en el plan redentor de Dios. Su historia continúa inspirando a los creyentes con su ejemplo de fe, humildad y confianza en las promesas de Dios.