En Mateo 9:37-38, encontramos un pasaje que es tanto profundo como instructivo, ofreciendo una visión del corazón del ministerio de Jesús y Su visión para Sus seguidores. Los versículos dicen:
Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Pidan, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe trabajadores a su campo de cosecha." (Mateo 9:37-38, NVI)
Para comprender completamente el significado de estos versículos, es esencial considerar su contexto dentro del Evangelio de Mateo, la narrativa más amplia del ministerio de Jesús y las implicaciones teológicas para los creyentes de hoy.
En Mateo 9, Jesús está activamente comprometido en Su ministerio en toda Galilea. Está enseñando en las sinagogas, proclamando las buenas nuevas del reino y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente (Mateo 9:35). El capítulo está lleno de relatos de Sus obras milagrosas, como sanar a un paralítico, resucitar a una niña muerta y dar vista a los ciegos. Estos actos de compasión y poder demuestran la llegada del reino de Dios y el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento sobre el Mesías.
A medida que Jesús se mueve por las ciudades y aldeas, se siente profundamente conmovido por la condición de la gente. Mateo 9:36 dice: "Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban acosadas y desamparadas, como ovejas sin pastor." Este versículo prepara el escenario para la declaración subsiguiente sobre la cosecha y la necesidad de trabajadores. Jesús ve las necesidades espirituales y físicas de la gente y se llena de compasión, reconociendo su necesidad de guía, sanación y salvación.
La metáfora de la cosecha está llena de significado y se usa frecuentemente en la Biblia para representar realidades espirituales. En una sociedad agraria, la cosecha era un tiempo de gran importancia y urgencia. Era la culminación de meses de trabajo y el momento en que se recogían los frutos del trabajo. Una cosecha abundante era un signo de bendición y abundancia, pero también requería una fuerza laboral significativa para recogerla antes de que se perdiera o se echara a perder.
En este contexto, la cosecha representa la gran cantidad de personas que están listas para recibir el mensaje del reino de Dios. Jesús está indicando que hay una gran oportunidad para la recolección espiritual; muchos están preparados para escuchar el evangelio, arrepentirse y entrar en una relación con Dios. La urgencia de la cosecha subraya la necesidad de una acción inmediata y dedicada.
Aunque la cosecha es abundante, Jesús lamenta que los trabajadores sean pocos. Esta declaración destaca un problema crítico: no hay suficientes trabajadores para satisfacer las necesidades de la cosecha. En el contexto inmediato, esto se refiere a los discípulos y otros seguidores de Jesús que están llamados a participar en Su misión. Sin embargo, también se extiende a todos los creyentes a lo largo de la historia que están llamados a compartir en la obra de evangelización y discipulado.
La escasez de trabajadores señala la necesidad de movilizar a más individuos para que se involucren en la misión de Dios. Es un llamado a la acción para que la iglesia reconozca las vastas necesidades del mundo y responda con compromiso y dedicación. La obra del reino no está limitada a unos pocos selectos, sino que es responsabilidad de todos los que siguen a Cristo.
En respuesta a la necesidad de más trabajadores, Jesús instruye a Sus discípulos a orar: "Pidan, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe trabajadores a su campo de cosecha." Esta directiva enfatiza la importancia de la oración en la misión de la iglesia. Reconoce que la cosecha pertenece a Dios y que Él es quien finalmente envía y equipa a los trabajadores para Su campo.
La oración es el medio por el cual los creyentes se alinean con los propósitos de Dios y buscan Su guía y provisión. Al pedir al Señor de la cosecha que envíe trabajadores, los creyentes están reconociendo su dependencia de Dios y su papel como participantes en Su misión. Es un llamado a interceder por más trabajadores y a estar dispuestos a ser enviados ellos mismos.
El mensaje de Mateo 9:37-38 es tan relevante hoy como lo fue en la época de Jesús. El mundo sigue lleno de personas que están acosadas y desamparadas, necesitadas de las buenas nuevas del reino. La cosecha sigue siendo abundante y la necesidad de trabajadores sigue siendo urgente. Hay varias implicaciones clave para los creyentes:
Compasión por los Perdidos: La compasión de Jesús por las multitudes debería inspirar a los creyentes a tener un corazón similar por aquellos que están perdidos y necesitados. El reconocimiento de las necesidades espirituales y físicas de los demás debería mover a los creyentes a la acción, motivados por el amor y la compasión.
Urgencia de la Misión: La metáfora de la cosecha transmite un sentido de urgencia. La oportunidad de compartir el evangelio es ahora, y el momento de actuar es inmediato. Los creyentes están llamados a ser diligentes y proactivos en sus esfuerzos por alcanzar a otros con el mensaje de Cristo.
Papel de la Oración: La oración es fundamental para la misión de la iglesia. Los creyentes deben orar por más trabajadores y buscar la dirección y el empoderamiento de Dios para la tarea. La oración alinea a los creyentes con la voluntad de Dios y abre el camino para Su provisión y guía.
Participación en la Misión: Cada creyente tiene un papel que desempeñar en la misión de Dios. El llamado a ser trabajadores en el campo de cosecha no está limitado a pastores, misioneros o líderes de la iglesia, sino que se extiende a todos los que siguen a Cristo. Cada persona tiene dones y oportunidades únicas para contribuir a la obra del reino.
Dependencia de Dios: La directiva de pedir al Señor de la cosecha subraya la dependencia de los creyentes en Dios para el éxito de la misión. Es Dios quien envía y equipa a los trabajadores, y es Su poder el que trae la cosecha. Los creyentes deben confiar en Su provisión y guía.
Mateo 9:37-38 es un llamado poderoso y convincente a la acción para todos los que siguen a Cristo. Revela el corazón de Jesús por los perdidos, la urgencia de la misión y la necesidad de oración y dependencia de Dios. Como creyentes hoy, estamos invitados a participar en la obra del reino, a tener compasión por los necesitados y a orar fervientemente para que más trabajadores sean enviados al campo de cosecha. La cosecha es abundante y la oportunidad de compartir las buenas nuevas del reino está ante nosotros. Que respondamos con fidelidad y dedicación, confiando en el Señor de la cosecha para guiarnos y empoderarnos para Su misión.