Mateo, también conocido como Leví, es una figura significativa en el Nuevo Testamento, principalmente reconocido como uno de los doce apóstoles de Jesucristo y el autor del Evangelio de Mateo. Comprender quién era Mateo y su papel en la Biblia proporciona una visión del temprano iglesia cristiana y la difusión del Evangelio.
El trasfondo de Mateo es intrigante, ya que originalmente era un recaudador de impuestos antes de convertirse en uno de los discípulos de Jesús. Los recaudadores de impuestos en la Judea del siglo I a menudo eran vistos con desdén por sus compañeros judíos. Se les consideraba colaboradores con los ocupantes romanos, y su profesión se asociaba con la corrupción y la codicia. Esta percepción negativa es evidente en los Evangelios, donde los recaudadores de impuestos se agrupan frecuentemente con los pecadores (Mateo 9:10-11, Lucas 18:11).
El Evangelio de Mateo en sí proporciona un breve relato del llamado de Mateo. En Mateo 9:9, está escrito: "Al pasar Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo sentado en el puesto de los impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Y él se levantó y lo siguió". Este momento simple pero profundo subraya el poder transformador del llamado de Jesús. A pesar de su pasado, Mateo fue elegido para ser parte del círculo íntimo de Jesús, destacando el mensaje de gracia y redención central en la fe cristiana.
El papel de Mateo como apóstol fue crucial en la misión de la iglesia primitiva de difundir las enseñanzas de Jesús. Como uno de los doce, fue testigo del ministerio, muerte y resurrección de Jesús. Esta experiencia de primera mano le proporcionó la autoridad y la visión necesarias para transmitir con precisión la vida y las enseñanzas de Jesús en su Evangelio. El Evangelio de Mateo es particularmente significativo porque sirve como un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Hace frecuentes referencias a las Escrituras hebreas, mostrando cómo Jesús cumplió las profecías del Antiguo Testamento, estableciendo así una continuidad entre la tradición judía y la nueva fe cristiana.
El Evangelio de Mateo está estructurado para dirigirse principalmente a una audiencia judía, enfatizando a Jesús como el Mesías tan esperado. Esto es evidente en la genealogía presentada en Mateo 1, que traza la línea de Jesús hasta Abraham y David, subrayando su lugar legítimo en la historia judía. Además, el Evangelio de Mateo está lleno de enseñanzas, incluyendo el Sermón del Monte (Mateo 5-7), que contiene algunas de las instrucciones éticas más profundas del Nuevo Testamento. Estas enseñanzas enfatizan la importancia de la rectitud interior, la compasión y la adhesión a la voluntad de Dios.
Mateo también juega un papel vital al resaltar la universalidad del mensaje de Jesús. Mientras que su Evangelio comienza con un enfoque en la tradición judía, concluye con la Gran Comisión (Mateo 28:18-20), donde Jesús instruye a sus discípulos a "ir y hacer discípulos de todas las naciones". Esta directiva subraya la inclusividad del mensaje del Evangelio, llamando a la difusión de las enseñanzas de Jesús más allá de los confines del judaísmo a todas las personas.
La representación de Mateo en la Biblia ofrece una narrativa poderosa de transformación y redención. Su transición de recaudador de impuestos a apóstol ejemplifica el impacto transformador de encontrarse con Jesús. Este tema de transformación es un motivo recurrente en la literatura y teología cristiana, enfatizando que nadie está más allá del alcance de la gracia de Dios.
Además del relato bíblico, la tradición cristiana temprana proporciona más información sobre la vida y el ministerio de Mateo. Algunos relatos sugieren que Mateo predicó el Evangelio en varias regiones, incluyendo Etiopía y posiblemente Persia, aunque estos relatos varían y deben ser abordados con precaución. No obstante, estas tradiciones destacan el impacto de largo alcance de su ministerio y la difusión del cristianismo en los primeros siglos.
El Evangelio de Mateo también ha sido una fuente de inspiración y reflexión teológica a lo largo de la historia cristiana. Teólogos como Agustín, Tomás de Aquino y Juan Calvino han recurrido a sus enseñanzas para articular doctrinas clave y principios éticos. Su énfasis en el Reino de los Cielos, el cumplimiento de la profecía y las enseñanzas éticas de Jesús continúan resonando con los cristianos hoy en día.
En resumen, el papel de Mateo en la Biblia es multifacético. Como apóstol, fue un testigo directo del ministerio de Jesús y una figura clave en la iglesia primitiva. Su Evangelio sirve como un texto fundamental que une la tradición judía con la nueva fe cristiana, enfatizando tanto el cumplimiento de la profecía como la universalidad del mensaje de Jesús. La historia de vida de Mateo es un testimonio del poder transformador del llamado de Jesús, ofreciendo esperanza e inspiración a los creyentes a lo largo de los siglos. A través de sus escritos y su testimonio, Mateo continúa desempeñando un papel vital en la historia continua del cristianismo, invitando a todos a seguir las enseñanzas de Jesús y participar en la misión de la iglesia.