El libro de Apocalipsis, también conocido como el Apocalipsis, es uno de los textos más complejos y simbólicamente ricos del Nuevo Testamento. Escrito por el apóstol Juan durante su exilio en la isla de Patmos, Apocalipsis contiene una serie de visiones y profecías sobre el fin de los tiempos. Uno de los elementos centrales en estas visiones son los rollos, particularmente el rollo con siete sellos descrito en los capítulos 5 y 6 de Apocalipsis. Entender lo que representan estos rollos es crucial para interpretar el mensaje más amplio de Apocalipsis.
En Apocalipsis 5, Juan describe una visión de un rollo en la mano derecha de Dios, sellado con siete sellos. Este rollo es de inmensa importancia, como lo evidencia la fuerte reacción en el cielo cuando inicialmente no se encuentra a nadie digno de abrirlo. Juan llora porque nadie puede abrir el rollo ni siquiera mirarlo, hasta que uno de los ancianos le dice que deje de llorar porque el "León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido" (Apocalipsis 5:5, NVI). Esta figura, que es Jesucristo, es el único digno de romper los sellos y abrir el rollo.
El rollo en sí representa el plan divino de Dios para la redención y el juicio del mundo. Esto no es meramente un documento, sino un símbolo de la autoridad y soberanía última de Dios sobre la historia. El hecho de que esté sellado con siete sellos indica que su contenido es completo y perfecto, ya que el número siete a menudo representa perfección y completitud en la literatura bíblica.
Cuando Jesús comienza a abrir los sellos en Apocalipsis 6, cada sello desata un evento específico o una serie de eventos que son parte del plan de Dios para el fin de los tiempos. Los primeros cuatro sellos liberan a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, que traen conquista, guerra, hambre y muerte. El quinto sello revela las almas de los mártires que han sido asesinados por la palabra de Dios, clamando por justicia. El sexto sello trae un gran terremoto y disturbios cósmicos, señalando el inminente día del Señor. El séptimo sello, cuando se abre en Apocalipsis 8, lleva a un silencio en el cielo por aproximadamente media hora, seguido por las siete trompetas que traen más juicios sobre la tierra.
El rollo y sus sellos, por lo tanto, representan una serie de juicios divinos y eventos que deben ocurrir antes del establecimiento final del reino de Dios. Estos juicios sirven múltiples propósitos: son una forma de retribución divina contra el pecado y el mal, un medio de purificar a los fieles y una manera de llevar a cabo el cumplimiento último de las promesas de Dios.
La imaginería del rollo con siete sellos también tiene raíces en la profecía del Antiguo Testamento y la literatura apocalíptica. Por ejemplo, en el libro de Daniel, se menciona un rollo sellado que contiene visiones del fin de los tiempos (Daniel 12:4, 9). La idea de un documento sellado que contiene misterios divinos es un tema recurrente en la profecía bíblica, simbolizando la naturaleza oculta y soberana de los planes de Dios, que se revelan en Su propio tiempo y manera.
El acto de Jesús de abrir los sellos es significativo porque subraya su papel único en el plan redentor de Dios. Jesús, como el Cordero que fue sacrificado, tiene la autoridad para ejecutar los juicios de Dios y llevar a cabo el cumplimiento de Sus promesas. Este acto de abrir los sellos también significa el comienzo de los tiempos finales, un período de tribulación y juicio que finalmente lleva al nuevo cielo y la nueva tierra descritos en Apocalipsis 21 y 22.
En la teología cristiana, el rollo con siete sellos también puede verse como una representación del Nuevo Pacto, sellado por el sacrificio de Jesucristo. Así como el Antiguo Pacto fue sellado con la sangre de animales sacrificiales, el Nuevo Pacto está sellado con la sangre de Cristo, haciéndolo el mediador de este pacto y el que tiene la autoridad para ejecutar sus términos.
Los rollos en Apocalipsis no se tratan solo de juicio, sino también de esperanza y redención. Mientras que la apertura de los sellos trae una serie de eventos catastróficos, estos son en última instancia parte del plan de Dios para librar al mundo del mal y traer una nueva creación. Los capítulos finales de Apocalipsis describen un futuro glorioso donde Dios habita con Su pueblo, y no hay más muerte, luto, llanto ni dolor (Apocalipsis 21:4).
Además del rollo con siete sellos, Apocalipsis también menciona otros rollos. Por ejemplo, en Apocalipsis 10, a Juan se le da un pequeño rollo y se le instruye que se lo coma, simbolizando la internalización del mensaje de Dios. Este acto recuerda al profeta Ezequiel, quien también fue instruido para comer un rollo que contenía palabras de lamento y duelo (Ezequiel 2:9-3:3). El pequeño rollo en Apocalipsis 10 representa la naturaleza agridulce del mensaje profético de Dios: dulce porque promete victoria y redención final, pero amargo porque también implica sufrimiento y juicio.
Otra mención significativa de rollos se encuentra en Apocalipsis 20:12, donde se abren los "libros" durante el juicio final. Estos libros contienen las obras de cada persona, y los muertos son juzgados según lo que está escrito en ellos. Esta imaginería subraya la idea de responsabilidad divina y la naturaleza integral del juicio de Dios.
En resumen, los rollos en el libro de Apocalipsis, particularmente el rollo con siete sellos, representan el plan integral y soberano de Dios para la redención y el juicio del mundo. Simbolizan el desarrollo de los misterios divinos que han estado ocultos pero que ahora se están revelando a través de Jesucristo. La apertura de los sellos marca el comienzo de los tiempos finales, un período caracterizado tanto por el juicio como por la esperanza, que finalmente lleva al cumplimiento de las promesas de Dios y al establecimiento de Su reino eterno.