Al considerar la pregunta de si es pecaminoso salir o perseguir a varias personas al mismo tiempo según la Biblia, es esencial profundizar en los principios y enseñanzas de las Escrituras sobre las relaciones, el amor y la conducta moral. Como pastor cristiano no denominacional, mi objetivo es proporcionar una respuesta reflexiva y fundamentada bíblicamente a esta pregunta.
Para empezar, es importante entender que la Biblia no aborda explícitamente el concepto moderno de citas como lo conocemos hoy. Sin embargo, proporciona principios atemporales sobre las relaciones, el amor y la fidelidad que pueden guiar nuestras acciones y decisiones. El principio bíblico general que rige las relaciones es el amor, específicamente, el tipo de amor desinteresado y sacrificial ejemplificado por Jesucristo.
Uno de los pasajes fundamentales sobre el amor se encuentra en 1 Corintios 13:4-7, donde el apóstol Pablo describe la naturaleza del verdadero amor:
"El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."
En este pasaje, vemos que el amor genuino se caracteriza por la paciencia, la bondad y el compromiso con el bienestar de los demás. No es egoísta ni deshonra a los demás. Aplicando estos principios al contexto de las citas, podemos inferir que perseguir a varias personas al mismo tiempo puede entrar en conflicto con la definición bíblica del amor, ya que puede llevar a la confusión, a sentimientos heridos y a una falta de compromiso genuino.
Además, la Biblia enfatiza la importancia de la fidelidad y la integridad en las relaciones. Proverbios 3:3-4 aconseja:
"Que nunca te abandonen el amor y la fidelidad; átalos a tu cuello, escríbelos en la tabla de tu corazón. Así ganarás favor y buena fama ante los ojos de Dios y de los hombres."
La fidelidad es una virtud clave en cualquier relación, e implica ser fiel a la palabra y los compromisos de uno. Cuando se sale con varias personas simultáneamente, se vuelve difícil mantener la fidelidad y la integridad, ya que la atención y los afectos divididos pueden llevar a la deshonestidad y a una falta de compromiso genuino con cualquier persona.
Otra consideración importante es la enseñanza bíblica sobre la pureza y la santidad. En 1 Tesalonicenses 4:3-7, Pablo escribe:
"La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honorable, no con pasión y lujuria como los paganos que no conocen a Dios; y que en este asunto nadie perjudique ni engañe a su hermano. El Señor castigará a todos los que cometen tales pecados, como ya les hemos dicho y advertido. Pues Dios no nos llamó a la impureza, sino a una vida santa."
Este pasaje destaca la importancia de evitar la inmoralidad sexual y vivir una vida santa y honorable. Aunque salir con varias personas al mismo tiempo no necesariamente implica inmoralidad sexual, puede crear situaciones donde los límites se difuminan y surgen tentaciones. Perseguir varias relaciones simultáneamente puede llevar a enredos emocionales y físicos que comprometen el compromiso con la pureza y la santidad.
Además, la Biblia nos llama a tratar a los demás con respeto y honor. En Filipenses 2:3-4, Pablo exhorta a los creyentes:
"No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás."
Salir con varias personas al mismo tiempo a menudo puede estar impulsado por la ambición egoísta o el deseo de gratificación personal. Sin embargo, el llamado bíblico es valorar a los demás por encima de nosotros mismos y considerar sus intereses y bienestar. Esto significa ser consciente de cómo nuestras acciones afectan a los demás y esforzarnos por construir relaciones basadas en el respeto mutuo, la confianza y el honor.
Además, la Biblia anima a los creyentes a buscar sabiduría y discernimiento en todas las áreas de la vida, incluidas las relaciones. Santiago 1:5 dice:
"Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie."
Cuando nos enfrentamos a decisiones sobre citas y relaciones, es sabio buscar la guía de Dios y considerar el consejo de personas maduras y piadosas. La sabiduría de Dios puede ayudarnos a navegar las complejidades de las relaciones y tomar decisiones que se alineen con Su voluntad y carácter.
A la luz de estos principios bíblicos, se hace evidente que salir o perseguir a varias personas al mismo tiempo está lleno de posibles escollos y conflictos con los ideales bíblicos de amor, fidelidad, pureza, respeto y sabiduría. Aunque la Biblia no proporciona un mandamiento directo en contra de salir con varias personas, los principios que establece sugieren que tal comportamiento no está en armonía con el diseño de Dios para las relaciones.
En cambio, el modelo bíblico para las relaciones enfatiza el compromiso, la integridad y el amor desinteresado. Para aquellos que buscan honrar a Dios en sus vidas amorosas, es aconsejable centrarse en construir una relación significativa y comprometida con una persona a la vez. Este enfoque permite el desarrollo de la confianza, conexiones emocionales más profundas y un camino más claro hacia el discernimiento de la voluntad de Dios para el futuro de la relación.
En conclusión, aunque la Biblia no aborda explícitamente la práctica moderna de salir con varias personas simultáneamente, los principios que proporciona sobre el amor, la fidelidad, la pureza, el respeto y la sabiduría sugieren que tal comportamiento no está en alineación con el diseño de Dios para las relaciones. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a perseguir relaciones que reflejen Su amor y carácter, priorizando el compromiso, la integridad y el desinterés en nuestras interacciones con los demás. Al hacerlo, podemos construir relaciones que honren a Dios y traigan una verdadera y duradera satisfacción.