¿Qué orientación ofrece la iglesia sobre cómo lidiar con los impulsos sexuales?

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Los impulsos sexuales son una parte natural de la biología y psicología humana, intrincadamente entrelazados en la estructura de nuestro ser por el mismo Dios. Como seres creados a imagen de Dios, estamos llamados a manejar nuestros cuerpos e impulsos de una manera que lo honre y se alinee con su voluntad divina. El tema de la masturbación, a menudo considerado tabú en muchos círculos cristianos, es uno que requiere un enfoque reflexivo, compasivo y fundamentado bíblicamente.

La Perspectiva Bíblica sobre los Deseos Sexuales

En primer lugar, es importante reconocer que el deseo sexual en sí mismo no es pecaminoso. Dios creó a los humanos como seres sexuales, y este aspecto de nuestra identidad está destinado a cumplir los propósitos de la procreación, la intimidad matrimonial y la expresión del amor entre los cónyuges. Como se indica en Génesis 1:28, Dios mandó a los humanos a "ser fructíferos y multiplicarse", reconociendo el papel de las relaciones sexuales en su mandato de creación.

Sin embargo, la Biblia no aborda directamente la masturbación. Las referencias escriturales más cercanas a menudo citadas en discusiones sobre la masturbación incluyen la historia de Onán en Génesis 38:9-10, donde Onán es condenado por "derramar su semen en la tierra". Sin embargo, es crucial entender que el pecado de Onán no fue la masturbación, sino su negativa a cumplir su deber de proporcionar un descendiente para su hermano fallecido mediante la práctica del matrimonio levirato.

El Papel del Autocontrol

En el Nuevo Testamento, el Apóstol Pablo proporciona una guía extensa sobre cómo manejar nuestros cuerpos de una manera que sea santa y agradable a Dios. En 1 Corintios 6:18-20, Pablo escribe: "Huid de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete están fuera del cuerpo, pero el que peca sexualmente, peca contra su propio cuerpo. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios? No sois vuestros; fuisteis comprados por precio. Por tanto, honrad a Dios con vuestros cuerpos".

Este pasaje subraya la importancia del autocontrol y la evitación de la inmoralidad sexual, que incluye acciones que alejan a uno de los propósitos de Dios. El autocontrol, un fruto del Espíritu listado en Gálatas 5:22-23, es una virtud clave que los cristianos están llamados a cultivar en todos los aspectos de la vida, incluida la sexualidad.

Orientación Práctica para Manejar los Impulsos Sexuales

Para aquellos que buscan manejar los impulsos sexuales de una manera que se alinee con la ética cristiana, se pueden recomendar varios pasos prácticos:

  1. Oración y Disciplinas Espirituales: Participar en la oración regular y la meditación en las Escrituras puede fortalecer la base espiritual de uno y proporcionar la gracia necesaria para superar las tentaciones. Filipenses 4:6-7 anima a los creyentes a llevar todas sus ansiedades a Dios a través de la oración, con la promesa de la paz de Dios guardando sus corazones y mentes.

  2. Responsabilidad y Comunidad: Construir relaciones sólidas dentro de una comunidad de fe puede proporcionar el apoyo y la responsabilidad necesarios. Santiago 5:16 exhorta a los creyentes a confesarse sus pecados unos a otros y a orar unos por otros para que puedan ser sanados, destacando el poder sanador de la oración y la confesión comunitaria.

  3. Sublimación Saludable de la Energía: Redirigir la energía sexual hacia actividades productivas y creativas también puede ser una estrategia útil. Esto puede incluir actividades físicas como deportes o ejercicio, artes creativas o participar en obras de caridad. Tales actividades no solo distraen de los impulsos inmediatos, sino que también contribuyen al enriquecimiento general de la vida de uno y al servicio a los demás.

  4. Consejería y Terapia: Buscar orientación de un consejero o terapeuta cristiano puede proporcionar estrategias personalizadas adicionales para manejar los impulsos sexuales. La ayuda profesional puede ser especialmente beneficiosa para aquellos que pueden luchar con comportamientos sexuales compulsivos.

  5. Educación sobre la Sexualidad Humana: Comprender los aspectos biológicos, psicológicos y espirituales de la sexualidad puede empoderar a las personas para tomar decisiones informadas. La educación puede desmitificar aspectos de la sexualidad que de otro modo podrían llevar a la vergüenza o la confusión.

El Llamado a la Santidad

En última instancia, el enfoque cristiano para manejar los impulsos sexuales, incluido el tema de la masturbación, no se trata de represión o negación, sino de comprender el propósito de Dios para nuestra sexualidad y alinear nuestras acciones con su diseño. 1 Tesalonicenses 4:3-5 llama a cada creyente a "evitar la inmoralidad sexual" y a "aprender a controlar su propio cuerpo de una manera que sea santa y honorable, no en pasión lujuriosa como los paganos, que no conocen a Dios".

En conclusión, aunque la iglesia puede no proporcionar directrices explícitas con respecto a la masturbación, los principios bíblicos más amplios de pureza, autocontrol y reverencia por el diseño de nuestros cuerpos por parte de Dios ofrecen una guía sustancial. Al buscar honrar a Dios en todos los aspectos de nuestras vidas, incluida nuestra sexualidad, afirmamos la bondad de la creación de Dios y nuestra redención en Cristo, con el objetivo de vivir nuestra fe de maneras que le agraden a Él y nos edifiquen a nosotros mismos y a las comunidades de las que formamos parte.

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